«Muy de lamentar que en el propósito de establecer orden, al final de cuentas, se haya propiciado una condición de mayor desorden» señaló Enrique Peña Nieto, consternado por los hechos violentos en Guerrero, en los que murieron dos estudiantes. Sostuvo que la autoridad competente debe actuar de manera expedita y a fondo. Al parecer, el exgobernador mexiquense ha olvidado la criminalización de la protesta social de mayo de 2006 en Atenco, en la que 47 mujeres fueron víctimas de tortura sexual y 207 personas fueron detenidas de manera arbitraria.