El día de ayer, en Batopilas, Chihuahua, pueblo enclavado en la Sierra Tarahumara y donde no hay un solo banco, el presidente Calderón anunció la «bancarización» del programa Oportunidades, mediante la entrega de millones de tarjetas bancarias a los más pobres para recibir los apoyos federales.
Aquí nadie de ustedes tiene cuenta. ¿Por qué? Porque aquí en Batopilas no hay ni banco, ¿no es cierto?, pero con esta tarjeta ustedes van a poder tener una cuenta en un banco. Ahí va a estar su dinero, y cuando quieran retirar su dinero, van a la tienda Diconsa, a la tienda Conasupo.
Al continuar con su afanes didácticos sobre la tarjeta, expresó:
La gente pobre, cuando se muere, que Dios no lo quiera, ni quien se acuerde de ella y no tiene su familia ni para enterrarla. La gente que está en el banco tiene un seguro de vida si se muere, Dios no lo quiera, le dan dinero a su familia.