El activista José Miguel Vivanco señala que desde 2007, cuando en el Congreso federal estadunidense se debatía la aprobación de la Iniciativa Mérida, la organización advirtió al Capitolio que con esta medida se daría «un cheque en blanco» al gobierno de México. A pesar de las recomendaciones, a Obama no le ha parecido pertinente condicionar su ayuda, cuestión que lo convierte en cómplice.