El siguiente texto es un análisis que recoge la información del artículo publicado en revista inglesa de finanzas en la que se denuncia que un nuevo proyecto turístico pondrá en riesgo el equilibrio ecológico de Agua Azul, en Chiapas.
25 de octubre 2011 / Sididh/ Zov.- El pasado lunes 17 de octubre se llevó a cabo en Chiapas la Cumbre Mundial de Turismo de Aventura, en la que se reunieron más de 50 mandatarios de todo el mundo para presentar propuestas en torno a los nuevos destinos turísticos. Ahí se destacó la sustentabilidad de los proyectos y el hecho de buscar que sirvan como una actividad económica que pudiera proveer a los habitantes regionales (en el caso de México, pueblos indígenas) de capital.
El Sididh cubrió una parte de este evento, destacando la Frase del Día, emitida por Felipe Calderón, en donde hacía notar la hospitalidad y la generosidad con la que el indígena mexicano compartía su casa y sus bienes, así como la calidez de servicio que podría brindar al emplearse en el turismo.
Sin embargo, ante el escenario de plantear a México como destino para el eco-turismo y/o Turismo de Aventura, la revista inglesa The Financial Times, en su artículo “Mexico, Paradise in dispute” menciona posibles proyectos no tan sustentables ni bondadosos. Comienza mencionando que a pesar de los índices de violencia que hay en el país debido a la guerra contra el narcotráfico, Chiapas se ha mantenido como un destino turístico que ha traído beneficio económico para el Estado. Asimismo, señala que uno de los principales destinos, dada su belleza natural y el posicionamiento en los turistas extranjeros, es Agua Azul. Sin embargo, para poder lograr todo el potencial económico que este lugar puede lograr, se necesita la adquisición y la explotación de una sustancial cantidad de terreno y, con ello, de los recursos naturales que ponen en juego la ecología del lugar.
Para realizar esto, el gobierno ha logrado establecer una relación con los líderes ejidales, prometiéndoles un intercambio económico a cambio de las tierras; sin embargo, varios opositores, como lo son los indígenas tzetzales Juan Aguilar y Domingo Gómez, aseguran que el trato será como lo es en Cancún, en donde los ejidos fueron comprados y, desde entonces, no se les permite a los terratenientes anteriores siquiera cruzarse o estar dentro de esos terrenos, dado que son propiedad privada y “son para los turistas”.
El texto inglés termina haciendo una comparación entre el verdadero significado del eco-turismo y lo que se pretende hacer con Agua Azul, advirtiendo que este concepto llevado a cabo por los empresarios extranjeros y por las autoridades mexicanas será trasgredido y aplicado a su manera, a favor, siempre, únicamente de los intereses económicos.