En el último trimestre de 2011, Ejecutivo Federal y Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal lanzan sus últimas cartas del sexenio, creando organismos de atención a víctimas.
4 de octubre 2011/Sididh/Zov.- El pasado lunes 3 de octubre, en la ceremonia del décimo octavo aniversario de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia anunció oficialmente la apertura de la Unidad de Apoyo a Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos, dando un “giro al legiscentrismo en la visión tradicional de los derechos humanos, aportando un necesario componente psico-social”, según señaló el propio el ombudsman capitalino.
Durante su presentación, destacó el vínculo que hizo la CDHDF, tanto con la sociedad como con la academia, para la gestión de dicho organismo nuevo; además, expresó que se tomarán como temas prioritarios las drogas, el arraigo, la tortura, la militarización de la seguridad pública y la peligrosidad penitenciaria.
Esta Unidad de Apoyo se suma a lo decretadoel pasado 6 de septiembre por el Ejecutivo Federal, con la creación de la Procuraduría Social para la Atención a Víctimas y Ofendidos, la cual, según un comunicado emitido por el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), poseía grandes carencias y/o deficiencias, enlistas a continuación:
– Será sólo para atender a víctimas de delitos, y no para víctimas de violaciones a los derechos humanos;
– No existió ninguna consulta a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos;
– Se crea por decreto presidencial, el cual puede ser fácilmente derogado por el próximo presidente que asumirá funciones a finales de 2012 (tal como sucedió con la Fiscalía para los Delitos del Pasado, desaparecida por la administración del presidente Felipe Calderón).
Ahora bien, según el discurso que pronunció el Ombudsman capitalino, la Unidad de Apoyo a Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos está destinada a brindar acompañamiento a aquellas personas cuyos procesos de victimización han afectado sustancialmente sus vidas, destacando el componente psico-social antes mencionado. Esto puede inferir que, de los tres puntos señalados por el IMDHD, el primero puede estar parcialmente cubierto, ¿y los otros dos?
Sobre la creación de esta Unidad, el 23 de septiembre se presentó el Manual sobre la Perspectiva Psicosocial en la Investigación de Derechos Humanos, que pone énfasis en el acompañamiento psico-social y que, según el autor Carlos Martín Beristáin, fue concebido a través de la sistematización y experiencia de diversos conceptos recogidos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Sin embargo, existen otros mecanismos, como lo fue la aplicación del Examen Periódico Universal, que señalan, de manera concreta, las carencias específicas de México en materia de derechos humanos. Este tipo de documentos, ya retomados por cierto por la sociedad civil, deberán ser la base para la creación y sustento tanto de la Unidad de Apoyo como de la Procuraduría Social.
En concreto, se deben de establecer objetivos que puedan satisfacer las carencias que señala el IMDHD, entre ellos, una consulta a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos; además de establecer garantías que no permitan que dichas iniciativas sean derogadas en el periodo de alternancia política que vendrá en 2012.