La alternancia en el Gobierno federal despertó enormes expectativas sobre la posibilidad de avanzar en cambios que México requería. En derechos humanos, hasta ahora, el saldo ha sido de claroscuros, pues es posible encontrar tanto acciones adecuadas para revertir la crisis en que el país se sumió desde hace tiempo, como otras que van en dirección contraria.
En este escenario, es más que nunca relevante la defensa de los derechos humanos que documenta con seriedad los patrones de arbitrariedad, acompaña directamente a las víctimas e incorpora al debate público los rostros de quienes padecen las consecuencias de políticas mal diseñadas. Igualmente, es fundamental seguir haciendo balance de las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis de derechos humanos, denunciando lo que debe señalarse y construyendo propuestas para salir de esa senda.
A ello dedicamos este DeFondho, centrándonos en las acciones de la nueva administración frente a graves violaciones a derechos humanos y priorizando la argumentación por encima de la adjetivación que predomina en la polarizada conversación pública nacional.