Lo sucedido a Ángel Amílcar Colón Quevedo, quien se encuentra encarcelado en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 4 “Noroeste” en Tepic, Nayarit, nos muestra la situación de vulnerabilidad de las y los migrantes en su tránsito por México. A él como a muchas personas, el crimen organizado le robó y amenazó, y además fue víctima del Estado mexicano cuando funcionarios violaron sus derechos humanos, lo torturaron y culparon por ser migrante y afrodescendiente.

Para Ángel, ser pobre, migrante y garífuna ha significado ser discriminado y criminalizado. Sin embargo, a pesar de la violencia infringida por el sistema de justicia mexicano, Ángel ha mostrado una dignidad y una fortaleza inquebrantable, participando activamente en la defensa de sus derechos.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro Prodh) acompaña su defensa en busca de su absolución y liberación, pues el caso de Ángel es paradigmático de la vulnerabilidad que sufren las personas migrantes en su paso por México, y muestra las fallas del sistema de justicia.