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  • Las Relatorías de Pueblos Indígenas, Medio Ambiente y de Personas Defensoras ya conocen del caso.
  • Fabricaron cargos contra Ildefonso Zamora, indígena tlahuica, que defendía bosques del Estado de México contra la tala clandestina.
  • Defender los bosques le costó la vida de su hijo Aldo y la detención arbitraria de  de su hijo Misael.
 
Ciudad de México23 de febrero. Las autoridades del Estado de México, encabezadas por el gobernador Eruviel Ávila, mantienen desde hace tres meses en prisión al defensor de bosques Ildefonso Zamora, en un proceso plagado de irregularidades, faltas al debido proceso y violaciones a los derechos humanos del líder indígena que desde hace 18 años ha enfrentado a los talamontes en dicha entidad.
 
Ildefonso Zamora fue detenido arbitrariamente el 20 de noviembre de 2015 sin una orden de aprehensión por una acusación fabricada por el Ministerio Público de Tenancingo, además, ninguna autoridad le notificó que había una averiguación en su contra desde 2012. Resulta imposible que Ildefonso haya cometido el supuesto robo del que se le acusa pues “él se encontraba en otro lugar el día en que se señalan los hechos, existen testimonios y pruebas que lo acreditan”, aseguraron las y los representantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y Greenpeace México.
 
Defender los bosques mexicanos de los talamontes le costó en 2007 la vida de su hijo Aldo Zamora a manos de los talamontes; y la detención arbitraria en 2015 de su hijo Misael por parte de militares. Hoy también le ha costado su libertad.  A la impunidad con la que se mantiene el asesinato de Aldo hoy se suma la injusticia de encarcelar a un hombre que junto con su comunidad ha protegido los bosques de San Juan Atzingo desde 1998.
 
Recientemente, el Centro Prodh y Greenpace México hicieron de su conocimiento del caso de Ildefonso a las Relatorías de los Pueblos Indígenas, del Medio Ambiente y de Personas Defensoras de Naciones Unidas (ONU) y, se espera que en breve manden alguna comunicación al Estado mexicano.
 
Greenpeace trabajó desde 2004 con la familia y la comunidad de San Juan Atzingo y se presentaron denuncias ante las autoridades por las que se libraron en ese momento casi 50 órdenes de aprehensión contra talamontes, sin embargo, no hubo detenciones. En 2007,  el presidente Felipe Calderón otorgó un reconocimiento al mérito ecológico a Don Ildefonso y su comunidad, prometió justicia, tampoco ocurrió.
 
Una de las zonas  que la familia Zamora y la comunidad ayudaron a recuperar con el trabajo de reforestación emprendido hace casi una década es el paraje conocido como El Jaral. Con imágenes tomadas durante este mes de febrero se logra demostrar que las áreas del Parque Nacional Lagunas de Zempoala continúan siendo taladas. Se estima que unas 38 mil hectáreas del Gran Bosque del Agua han sido destruidas por los talamontes clandestinos.[1]
 
El caso de Don Ildefonso Zamora es un ejemplo más de la criminalización de los activistas ambientales y defensores de derechos humanos quienes no solo hacen frente al crimen organizado sino también a los aparatos del Estado que son utilizados para reprimir sus labores. Es por eso que el Centro Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y Greenpeace México hacen un llamado al Gobernador Eruviel Ávila, al Procurador General de Justicia estatal, Alejandro Gómez Sánchez a desistirse de los falsos cargos fabricados contra Ildefonso y al Presidente del Tribunal Superior de Justicia estatal, Sergio Medina Peñaloza a garantizar sus derechos humanos.
 
Información adicional
 
*Al llamado de las organizaciones también se han sumado miles de personas quienes mediante una petición en línea, en el marco de la campaña #IldefonsoLibre, han enviado casi 9 mil correos electrónicos a los citados funcionarios exigiendo la liberación de Ildefonso.
 
[1]De acuerdo con el Instituto de Geografía de la UNAM, de 2000 a 2006 se perdieron 14 mil 400 hectáreas, a un ritmo anual de 2 mil 400 hectáreas (cifra equivale a una tasa de deforestación de 2 por ciento anual: Alejandro  Velázquez IG-UNAM). Con base en esa tendencia, para el 2016 la pérdida sería de hasta 38 mil 400 hectáreas.