El gobierno de López Obrador no sólo no logró la recuperación de los cuerpos de los mineros de Pasta de Conchos, tampoco adoptó las garantías necesarias para impedir que 27 mineros más murieran en accidentes durante su gestión.

El pasado lunes 19 de febrero se cumplieron 18 años del siniestro en la mina de Pasta de Conchos, en la zona carbonífera de Coahuila. “Los años necesarios para que un joven termine sus estudios y llegue a la mayoría de edad… demasiada espera”, enfatiza Elvira Martínez, una de las viudas de los mineros.

Publicado originalmente el día 21 de febrero del 2024, en «La lucha cotidiana de los derechos humanos».

Durante todo este tiempo, la Organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) ha luchado y demandado que sus seres queridos sean rescatados y, sobre todo, que se adopten medidas de no repetición para que hechos similares no vuelvan a ocurrir. Para que el Estado ejerza a cabalidad su rol de garante de derechos, vigilando estrechamente el funcionamiento de las fuentes de trabajo más peligrosas de la industria minera, con más inspecciones, más prevención y sanciones más estrictas. Pero hacia finales de sexenio no sólo no se ha logrado la recuperación de los cuerpos, tampoco se han adoptado las garantías necesarias para erradicar las muertes de la carbonífera y como resultado 27 trabajadores mineros del carbón han muerto en accidentes en este sexenio.

Durante el último memorial realizado en el antimonumento, ubicado en Paseo de la Reforma, simbólicamente en frente a la Bolsa Mexicana de Valores, las familias recordaron que sus exigencias fueron ignoradas por las administraciones de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que en múltiples ocasiones intentaron acallarlas ofreciendo acuerdos económicos.

Llegado al poder, el ahora presidente de la república visitó la mina Pasta de Conchos en 2020 y acordó volver cada seis meses para continuar el diálogo con las familias. Se creó entonces el “Comité para la Reparación y la Justicia en Pasta de Conchos” —a cargo de la Secretaría del Trabajo y del que formaban parte dependencias, familias y representantes— y se presentó un plan de rescate que estableció acciones y plazos para recuperar los cuerpos de los mineros fallecidos a causa del siniestro. La expectativa para las familias creció ante los compromisos asumidos por el Estado; sin embargo, estos no se cumplieron a cabalidad: dejó de existir el Comité y el plan de rescate lleva ya, por lo menos, dos años de retraso según las metas propuestas.

El presidente volvió a la región hasta el pasado 19 de enero de 2024. Ahí se comprometió a que, de no acabar el rescate en su administración, propondría la promulgación de un decreto acompañado de un fideicomiso que permitan continuar las labores hasta la conclusión en la recuperación de los restos de los 63 mineros atrapados en Pasta de Conchos. En el memorial, la OFPC reconoció la voluntad presidencial, pero también hizo un llamado para que este esquema sea presentado a las familias de las víctimas a la brevedad a la par de un ajuste a los planes del rescate, acorde a los tiempos de trabajo que se han llevado a cabo hasta el momento.

En la conmemoración de este 18 aniversario, la OFPC denunció que los retrasos pueden atribuirse a que el gobierno federal decidió que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fuera la encargada de las labores de rescate, adjudicándose después el proyecto de manera directa a una empresa sin experiencia en minas o rescates de esta naturaleza.

En este complejo escenario, las familias de Pasta de Conchos continúan impulsando el litigio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), acompañados por el Centro Prodh, que busca que el Estado mexicano se responsabilice por las violaciones a los derechos humanos cometidas en el caso, lo que también podría sentar un precedente relevante para la protección de las y los trabajadores mineros de toda la región.

Hoy las familias continúan firmes. En el memorial, agradecieron a las organizaciones de la sociedad civil y eclesiales —entre ellos a Raúl Vera López, obispo emérito de la Diócesis de Saltillo— que las han acompañado en su caminar. También reconocieron el trabajo de difusión de las y los periodistas de la región y a todas las personas solidarias que les han apoyado a nivel nacional durante 18 años. Aún frente al escenario adverso que significa el término de un gobierno más, en el que sus demandas no han sido cumplidas, la Organización Familia Pasta de Conchos sigue exigiendo, a una voz, ¡rescate ya!