Los días pasados se celebró la decimocuarta edición del Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita, una larga tradición entre la academia, el estudiantado y las personas defensoras como lugar de encuentro que muestra la forma en que las universidades y escuelas jesuitas colocan a los derechos humanos como eje rector y dimensión necesaria en su labor.
Los pasados 20, 21 y 22 de octubre se celebró la decimocuarta edición del Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita, albergado en esta ocasión por el ITESO en Guadalajara, Jalisco.
Publicado originalmente el día 28 de octubre de 2021, en «La lucha cotidiana de los derechos humanos».
El Foro es ya una larga tradición entre la academia, el estudiantado y las personas defensoras, pues se ha constituido en un lugar de encuentro que muestra la forma en que las universidades y escuelas jesuitas colocan a los derechos humanos como eje rector y dimensión necesaria en su labor.
Los derechos humanos, tan decisivos para un país en crisis como es el nuestro, son así impulsados por las universidades jesuitas, que preocupadas por hacerse cargo de la realidad, buscan ser un agente de cambio social en fidelidad a su identidad y su misión, como destacó en la apertura Luis Arriaga Valenzuela S. J., rector del ITESO.
La presencia de la totalidad de los rectores y de las universidades, así como de sus obras hermanas que trabajan sobre esta realidad en el plano social, como es el caso del Centro Prodh, da cuenta de la relevancia que tienen para las universidades jesuitas los derechos humanos.
La agenda de la actual edición del Foro nos permite dimensionar cuáles son algunos de los principales temas de preocupación actual en esta materia frente al contexto nacional. El título “Las deudas, capacidades y voluntades del Estado” es una clara expresión de estas preocupaciones.
Durante esos tres días se abordaron temas como el modelo de seguridad; los pendientes frente a la verdad, justicia y reparación; los retos en materia de investigación por parte de las fiscalías; el papel del Poder Judicial; la necesidad de proteger la libertad de expresión y los espacios de memoria.
Y como no podía ser de otra manera, se contó con voces de víctimas y sobrevivientes que dieron cuenta de cómo en ellas se encuentra la fuente de dignidad y fortaleza que permite persistir en la búsqueda de justicia.
La primera mesa analizó una de las principales preocupaciones en materia de derechos humanos: la grave crisis de seguridad y la profundización de la militarización. Desde el Centro Prodh, presentamos nuestro Informe “Poder Militar”, que da cuenta de esta realidad.
Además, de manera muy generosa, el Foro abrió un espacio para la presentación del libro “Historia de una lucha por la dignidad”, escrito por Jesús Maldonado S.J., fundador del Centro Prodh.
En el marco del Foro se entregó el Premio Tata Vasco, que en esta ocasión fue concedido al Centro “Fray Julián Garcés” Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., de Tlaxcala, cuyo trabajo ha sido fundamental para visibilizar dos graves problemáticas de la entidad: la defensa del agua y la lucha contra la trata de personas.
También se confirió una Mención Honorífica a la Organización Familia Pasta de Conchos, que por más de 15 años ha luchado por el rescate de los cuerpos de los mineros atrapados y por generar condiciones de dignidad y respeto a los derechos laborales. El premio fue recibido por María Trinidad Cantú, Doña Trini, mamá de uno de los mineros fallecidos y atrapados en la explosión, cuyos restos están aún en espera de ser rescatados; esto mismo fue sin duda una reivindicación, pues en el esquema que ha adoptado el Gobierno Federal para dar seguimiento al caso madres como doña Trini han sido excluidas del proceso.
El Foro SUJ muestra la centralidad de los derechos humanos para estas instituciones educativas. Como lo señaló el rector de la Ibero Puebla, Mario Patrón, la entrega del premio y el propio Foro muestran “la reivindicación de los derechos humanos como la única matriz posible de una agenda pública que auténticamente pretenda construir una nueva sociedad y un nuevo futuro para todas y todos”.
Una gran parte de los esfuerzos que dieron lugar al Foro fueron asumidos por el equipo del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suarez S.J., del ITESO, dirigido por Alejandra Nuño. Su generosidad sin duda alimentó los trabajos de un espacio que volvió a mostrar que es necesario y vigente.