- “Poder Militar. La Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense” analiza el desdibujamiento del carácter civil de la Guardia Nacional
- Falta de controles y rendición de cuentas, riesgo ante las amplias facultades otorgadas a las Fuerzas Armadas.
Ciudad de México, 1 de julio de 2021. A 2 años de que empezó a operar la Guardia Nacional y 7 de la masacre de Tlatlaya, el Centro Prodh presentó el informe “Poder Militar. La Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense”, que disecciona la profundización de la militarización en este sexenio y advierte de los riesgos de perpetuar este modelo al incorporar la Guardia Nacional a la SEDENA.
El documento, que retoma el trabajo realizado en los últimos años por diversos académicos y organizaciones, hace un recuento del proceso de desdibujamiento del carácter civil de la Guardia Nacional e identifica los riesgos que esto genera.
El informe “Poder Militar” también analiza los cambios legales que le han dado una fuerte impronta castrense a la Guardia Nacional y refiere cómo varias de estas normas están pendientes de revisión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Además, a partir de solicitudes de información, el documento revela el predominio de las Fuerzas Armadas en la conformación y mando de la Guardia Nacional, sin que se haya incorporado experiencia a nivel de mando de servidores públicos de extracción civil. Se alerta sobre las deficiencias en los controles internos y externos de esta institución de seguridad -que ha llevado a que, de 451 quejas interpuestas en la CNDH contra la GN, solamente una haya resultado en una recomendación.
En el informe se desarrolla un recuento de las amplias facultades de las que se ha dotado a las Fuerzas Armadas en este sexenio, se señala cómo esto contraviene estándares internacionales y recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y destaca el riesgo que representa la falta de controles y mecanismos de rendición de cuentas para los castrenses en este contexto.
Esta profundización de la militarización, advierte “Poder Militar”, impacta negativamente en la continuidad de violaciones a los derechos humanos, pues no se realizan cambios estructurales para combatirlas; en la permanencia de los niveles de violencia, pues la expansión militar no está bastando; y finalmente, en el trastocamiento de las relaciones cívico militares, provocando en los hechos una mayor autonomía para un Ejército que se ha caracterizado por no rendir cuentas.
“En estas condiciones, el informe que presentamos señala claramente que impulsar una reforma adicional en 2023 para adscribir en definitiva la Guardia Nacional a la SEDENA sería muy preocupante, pues cancelaría la posibilidad de que algún día México cuente con una policía civil de presencia nacional. Se abriría una etapa cargada de riesgos inéditos respecto de la presencia y el papel de las Fuerzas Armadas en la vida pública nacional”, dijo Santiago Aguirre, director del Centro Prodh.