La crisis de derechos humanos de México no ha sido revertida. Ante esta dolorosa realidad, lejos de una transformación profunda en el sexenio 2018 -2024, lo que tenemos en los ámbitos cruciales de esta agenda es la continuidad estructural de los problemas asociados a la debilidad del Estado de Derecho en México.

Lo más grave sin duda es que en no pocas regiones del país, esta debilidad ha generado huecos que la macrocriminalidad ha comenzado a ocupar poniendo en riesgo la viabilidad de la vida misma, sin que la apuesta por la militarización esté dando el resultado esperado mientras que sí ha generado nuevos riesgos para los derechos humanos y la democracia.

Frente a esta realidad, el camino de los derechos sigue siendo la ruta para edificar un México con paz, justicia, dignidad e igualdad.

Aún podemos transitar esa ruta y con esta publicación queremos contribuir con propuestas concretas para ello.