En reacción a notas de prensa sobre la existencia de grabaciones entre miembros de la delincuencia organizada en México y los Estados Unidos que estarían involucrados en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos forzadamente desde septiembre de 2014. Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional ha declarado:
“La revelación de que el ataque a los estudiantes y a otras personas pudo estar dirigido, desde los Estados Unidos, por miembros de la delincuencia organizada debe mover a las autoridades mexicanas a abandonar finalmente su desacreditada teoría del caso y a comprometerse a investigar los hechos de forma seria y expedita, incluyendo a todas las autoridades que pudieran estar involucradas en este crimen horrífico. Es tiempo de que la Procuraduría General de la República ajuste su investigación y se allegue de toda la evidencia disponible”.
“La Información publicada hoy refuerza los hallazgos de la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, que desde 2015 señaló la necesidad de investigar la posible relación de grupos criminales dedicados al tráfico internacional de drogas ilícitas como un elemento clave del caso. Durante tres años, la Procuraduría no ha atendido adecuadamente esta línea de investigación, en lo que parece ser un esfuerzo más por ocultar lo evidente: que este caso demuestra la existencia de una enorme red de complicidades que involucran a autoridades en todos los niveles del Estado mexicano que ha permitido la comisión de violaciones a los derechos humanos y crímenes de derecho internacional”.