El caso de Claudia Medina Tamariz— torturada por marinos y presentada como parte del Cártel de Jalisco Nueva Generación— es un ejemplo de la forma en que el gobierno de Veracruz, a cargo de Javier Duarte Ochoa y el gobierno federal, han desarrollado una estrategia de fabricación de culpables, esto para maquillar los altos índices de inseguridad en la entidad.
Medina Tamariz fue detenida en su domicilio de manera arbitraria por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), y luego de 36 horas de tortura física, sexual y psicológica —incluidas amenazas contra sus hijos— ella firmó una declaración que le construyeron; para luego ser presentada ante los medios de comunicación con una versión falsa sobre su detención y una supuesta persecución “quirúrgica” que avanza hacia el fin del crimen organizado.
El presente material permite conocer los detalles del calvario que ha vivido esta familia, en donde Medina Tamariz se ha enfrentado en carne propia a un gobierno que usa como técnica de investigación la tortura y las mentiras, encarcelando a gente inocente.