Autor:.Carlos Puig
Fuente: Milenio Diario
Fecha: 19 de Agosto de 2016
Entre las perlas de la entrevista de Joaquín López-Dóriga con el presidente Enrique Peña Nieto transmitida esta semana, creo que hay una que ha sido opacada por temas más coyunturales como el departamento en Miami de la primera dama o el conflicto magisterial.
Reproduzco el momento:
Joaquín López-Dóriga: Y voy al tema de los 43 normalistas desaparecidos allá en Iguala, eso se va a quedar como una marca para siempre, como un trauma, Presidente.
Enrique Peña Nieto: Mira, Joaquín, creo que te lo he dicho y hoy vuelvo a afirmarlo de manera también muy categórica. El más interesado en saber qué pasó allí en Ayotzinapa, qué fue lo que ocurrió, es el Presidente de México, y es mi gobierno. Y hemos puesto todo lo que está a nuestro alcance, hemos tenido apertura para que incluso una coadyuvancia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una instancia exterior, pudiera apoyar los esfuerzos para esclarecer los hechos. Te recuerdo que hoy hay más de 100, 120 personas detenidas, que la aprehensión de los mismos ha significado un esfuerzo policial por detenerlos, quienes presumiblemente tienen responsabilidad en estos hechos. Y soy el primero en recoger la pena y el dolor por el que pasan los padres de familia ante no saber qué pasó con sus hijos, pero soy el primero también en promover y asegurar que la Procuraduría General de la República esclarezca estos hechos, lleve a cabo las investigaciones a fondo y ante todo México nos deje saber qué fue exactamente lo que pasó. Soy el más interesado en saber qué ocurrió ahí y, a partir de ahí, asegurarme que quienes presumiblemente tienen hoy responsabilidad pues sean sometidos al peso de la ley.
Hasta ahí la respuesta del Presidente.
Varias cosas quedan claras de lo dicho por Peña. Según él no sabemos exactamente lo que pasó. No lo sabe el Presidente y, como él dice, no lo saben los padres. Si el Presidente promueve y asegura que la PGR esclarezca los hechos, es que éstos no se han esclarecido. El más interesado en saber qué pasó ahí es él, es decir, aún no lo sabe.
¿Qué hacemos entonces con la «verdad histórica»?
Y más importante: ¿cómo va la PGR en la tarea de satisfacer las interrogantes del Presidente Peña, el más interesado en saber? ¿Tan rápido como con Tanhuato?
Y por cierto, más allá de leer con calma el reporte de la CNDH, todo indica que en Tanhuato el gobierno se aferra a su verdad.