MEDIO: a.m. (Querétaro)
TIPO: Periódico
AUTORÍA: Viviana Estrella
FECHA: 22 de julio de 2014
Su vida se forja en su cotidianeidad. Su trabajo en su sustento, sin más ni menos, solo su saldo, sin indemnización económica que la ayude a soportar sus gastos.
En temporadas calurosas, Jacinta Francisco Marcial se dedica a vender paletas de hielo, “pero casi no se venden”; sin embargo, es la actividad que desempeña. En época de invierno, cambia el hielo por el dulce, entonces las escuelas son un buen punto de mercadeo.
Jacinta Francisco Marcial (indígena otomí) enmarca su vida en su actividad cotidiana, en el cuidado a su hijos y a sus nietos en su trabajo… en su peregrinar. El resto es recuerdo, es referencia de aquel hecho que sucumbió su habitualidad: cuando fue procesada por supuestamente ser partícipe del secuestro de seis elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).
Del cómo ha retomado su vida, expresa que “a trabajar, a seguir trabajando. Siempre en lo mismo de las paletas, las aguas frescas (…) Sacamos más si vendemos en el tianguis, allá se vende muy poquito porque no hay mucha gente. Cuando hace frío, voy a las escuelas y vendo dulcecitos; ahí me va más o menos ya si quiera ganar para comer”.