Nadia Ernestina Zepeda Molina

El 23 de enero del 2003, sin ningún mandato judicial o causa legal que lo justificara, Nadia Ernestina Zepeda Molina, una joven estudiante de 19 años, fue detenida junto con su novio y un amigo común, en la colonia Agrícola Oriental, en Iztacalco, Ciudad de México por elementos de policía del grupo operativo Sagitario. Durante el trayecto, para ser puesta a disposición de la autoridad federal, ella fue golpeada y abusada sexualmente por los elementos de policía del Distrito Federal. Injustificadamente, fue acusada de comercializar cocaína que los propios agentes aprehensores le sembraron.

Nadia enfrentó un proceso penal lleno de irregularidades: no se consideró la presunción de inocencia a su favor, fue presentada a los medios de comunicación como una delincuente y estuvo incomunicada por dos días. Además, no se le realizó un certificado médico veraz y oportuno que diera cuenta de las lesiones que presentaba al momento de su detención, así como del ataque sexual del que fue víctima, violándose así el derecho de acceso a la justicia y las garantías judiciales. Tras este irregular proceso fue sentenciada a cinco años de prisión. Luego de permanecer más de dos años y medio en prisión, la mitad de la condena de prisión, el 25 de agosto de 2005, finalmente, le fue concedió el beneficio de la pre-liberación.

El caso de Nadia es representativo de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el marco de los operativos implementados por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal desde 2003, año en que fueron creados grupos y fuerzas especiales para perseguir el narcomenudeo. La actuación de estos cuerpos policíacos, tal como lo documentó y registró la Comisión de Derechos Humanos del DF en su recomendación 06 / 2004, soslayó el respeto de los derechos fundamentales de la ciudadanía. También es representativo de la violencia de género, violencia de Estado contra las mujeres en México.