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Defienden inocencia de joven mazahua | ||||
viernes, 21 de octubre de 2011 |
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) aseguró ayer que el joven Hugo Sánchez Martínez, sentenciado en 2007 a 37 años de prisión por el delito de secuestro y a 5 por el de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, es inocente y fue víctima de un proceso judicial irregular.
El organismo civil aplaudió la decisión de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia (SC JN) de atraer el caso.
«El Centro Prodh se congratula con la decisión de la SCJN, esperando que los ministros de la primera sala resuelvan bajo los más altos estándares de protección y garantía a los derechos humanos»», indicó en rueda de prensa el director del Centro Prodh, José Rosario Marroquín.
«Con el caso de Hugo, la SCJN está en la posibilidad de establecer criterios que limiten la discreeionalidad de los cuerpos policiacos, la fabricación de delitos y la criminalización de la pobreza».
Sánchez Martínez, de 23 años, fue acusado de los delitos de secuestro por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México y portación de armas de fuego por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).
Según el Centro Prodh, el joven mazahua, quien se dedicaba a manejar un taxi, fue condenado a partir de falsas imputaciones.
Un análisis del organismo detalla que fue detenido por agentes de la Policía Ministerial del Estado de México mientras bajaba pasaje en el paraje El Catorce, entre los municipios de La Providencia y Villa Victoria, el 21 de julio de 2007.
Señala que Sánchez Martínez y dos pasajeros fueron sometidos, interrogados y posteriormente trasladados al Palacio Municipal de Villa Victoria, donde se les presionó para autoinculparse por el secuestro de dos adolescentes, un hombre y una mujer, ocurridos el 11 y 12 de marzo de 2011.
Elementos del Cuerpo Especializado en Investigación de Situaciones de Alto Riesgo de la Policía Ministerial le tomaron fotografías al joven mazahua, con las que semanas más tarde los menores de edad secuestrados lo identificarían como su atacante. Finalmente se retractarían de sus declaraciones.
Los días en que ocurrió el secuestro, Sánchez Martínez se encontraba en compañía de familiares y amigos cuidando a su abuela, próxima a su muerte.
Simón Hernández León, abogado del Centro Prodh, expresó su confianza en que la Corte se pronunciara como lo ha hecho en casos similares.
«Nosotros esperaríamos que hubiera una línea de continuidad con la perspectiva garantista que ha caracterizado recientemente a la Primera Sala de la SCJN, sobre todo en temas en los que se encuentran vinculados pueblos indígenas y la materia de derechos humanos», comentó.
En tanto, la madre de Hugo, Rosalba Ramírez, suplicó a los ministros estudiar bien el caso de su hijo.
«¿Ser mazahua es ser persona sospechosa? ¿Ser humilde es ser persona sospechosa? Yo creo que no», expresó la indígena