AUTOR: Daniel Blancas Madrigal GENERO: Nota Informativa
FUENTE: La Crónica de Hoy PÁGINA: pp-10
Indígena, condenado a 37 años de cárcel… sin pruebas, ni acusadores
jueves, 20 de octubre de 2011
  • Hugo Sánchez Ramírez fue sentenciado por secuestro en 2009, pese al desvanecimiento de testimonios en su contra.
  • La Corte atrae el caso.

Daniel Blancas Madrigal.

Pese al desplome de las pruebas y el desistimiento de quienes lo acusaban, Hugo Sánchez Ramírez, un indígena mazahua de 23 años, fue condenado a 37 años y seis meses de cárcel por el delito de secuestro.

Se trata de un caso parecido al de la indígena otomí Jacinta Francisca Marcial, quien había sido sentenciada a 21 años de prisión por el supuesto plagio de seis AFI»s, aunque después de estar encarcelada de 2006 a 2009 la PGR se retractó de las acusaciones por «dudas razonables».

Dos amparos promovidos por Hugo en contra de las anomalías en su proceso, fueron atraídos ayer por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, pues el ministro Arturo Zaldívar hizo suya la solicitud.

El joven, quien trabajaba en un taxi en el municipio de San José del Rincón, Estado de México, fue detenido a las 20:30 horas del 21 de julio de 2007; sin embargo, en el expediente las autoridades señalan como día del arresto la madrugada del 22 de julio, pues durante la noche fue torturado, incomunicado y presionado para que se declarara culpable, además de ser fotografiado con armas que los propios policías locales le sembraron. Ahí se dio la primera de muchas irregularidades.

Aquella noche realizaba un viaje colectivo cuando al llegar a la comunidad El Catorce y bajar a uno de los pasajeros, una patrulla municipal le cerró el paso. Los policías dispararon al vehículo y, según la investigación del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-Juárez —que ha asumido su defensa, como pasó con Jacinta— «colocaron dos armas y un cargador dentro del auto». Lo acusaron de portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

Por la contradicción de pruebas y testimonios, el joven quedó libre el día 23 de julio al pagar una fianza de 8 mil pesos.
Con la convicción de los cargos serían desestimados en definitiva, la familia Sánchez Ramírez reclamó al municipio el pago de daños ocasionados al taxi por el tiroteo. «Les vamos a pagar, vénganse el 8 de agosto», les dijeron, pero en realidad era una trampa: con las mismas fotografías que fueron tomadas a Hugo la noche de su detención, los policías convencieron a dos personas (Laura Isidoro y León Sánchez) de culparlo por el secuestro que días antes habían sufrido.

Cuando Hugo llegó a las instalaciones municipales ya lo esperaban elementos del Cuerpo Especializado de Investigaciones en Situaciones de Alto Riesgo (CEISAR) del Edomex, quienes lo reaprehendieron… «¿Ahora de qué me acusan?», preguntó… «No te hagas, eres un secuestrador», le incriminaron.

Durante el proceso, las autoridades ministeriales y judiciales desestimaron los testimonios a su favor, así como los elementos que probaban que Hugo no estuvo presente en el lugar y fecha en la que se había consumado el plagio de Laura y León… Éstos terminaron por retractarse de la acusación y reconocieron haber sido presionados para inculpar a Hugo. No obstante, el 23 de marzo de 2009 el Juez Sexto Penal de Primera Instancia de Toluca emitió la sentencia de 3 7 años y seis meses, la cual fue confirmada en la instancia de apelación.
Hugo lleva ya más de cuatro años en prisión, «por un delito que no cometió —señala el Centro Prodh—, además de que se le detuvo de forma arbitraria, se le negaron pruebas y se le denegó un debido proceso».

La SCJN consideró que el caso cumple con los requisitos de interés y transcendencia. Y aseguró que se pronunciará sobre la validez de identificaciones a través de fotografías y sobre el valor que un juez debe otorgarle a las ampliaciones de las declaraciones de las víctimas cuando son contradictorias a lo dicho en un primer momento.