BAJO LA LUPA | Algunos apuntes sobre situación laboral en y después del coronavirus, por Pedro A. Reyes y Daniela Jiménez

Fundamentalmente, la autoridad ha dicho que, en vistas del carácter extraordinario de la emergencia que enfrentamos, los agentes podrían en la negociación decidir las medidas que consideren más convenientes, aun cuando se pudiese contravenir el texto y el espíritu de las leyes del país. La negociación por encima de la ley propone así un precedente que resulta peligroso para el país.

No tenemos una práctica de negociación colectiva libre en el país y, en este contexto de pandemia y distanciamiento social, no hay condiciones para esperar negociaciones colectivas reales, que permitan a las y los trabajadores participar y decidir sobre el futuro de sus vidas y las de sus familias, de sus trabajos y las decisiones sobre su viabilidad económica y productiva.

Sin el arbitraje de la autoridad laboral, se vuelve una tarea prácticamente imposible incluso para un sindicato democrático y bien articulado. ¿Y cómo se pueden presentar reclamos o denuncias oportunas cuando las juntas e instancias que podrían recibirlas están cerradas? ¿Podrán las y los trabajadores en estas circunstancias sostener su vida, sin indemnización, esperando a que termine la contingencia para presentarlas?
En la emergencia actual no se puede pensar en debilitar el marco legal para dar paso a la negociación, porque generará daños mayores y difícilmente recuperables después de la agresividad de la contingencia.

*Lea el artículo completo en Proceso