Bajo la lupa, Información Sididh, La edición de hoy, Uncategorized — septiembre 23, 2019 at 7:20 am

BAJO LA LUPA | Necesitamos peritos a la altura de la crisis de justicia, México Evalúa

En esta ruta las principales deficiencias se detectan en la investigación criminal. No vayamos lejos: recién atestiguamos la liberación de Gildardo López Astudillo y de varios implicados en el caso de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa a consecuencia de los errores, omisiones y arbitrariedades en la investigación. Mientras las fiscalías continúen fabricando pruebas a partir de tortura y no de inteligencia y dictámenes científicos, no será posible esperar un destino distinto en la cancha del Poder Judicial.

A pesar de constituirse como una pieza fundamental en la investigación criminal y un actor clave durante el proceso penal, lo cierto es que hasta ahora no se observan esfuerzos para conocer y fortalecer los servicios periciales y forenses.

¿Qué hacer? Un punto de partida: el proceso de integración de la investigación criminal debe concebirse como la colaboración entre policías, fiscales y peritos. Los primeros, para desarrollar materialmente las investigaciones y realizar inteligencia operativa; los segundos, para conducir jurídicamente las investigaciones y, en su caso, el litigio. Los peritos, por su parte, analizan la evidencia, aportan elementos científicos para la investigación y, de ser necesario, para la identificación de cuerpos o restos. Así, un modelo de trabajo orientado a construir investigaciones robustas basadas en criterios técnicos exige la colaboración y operación independiente entre los operadores.

Hoy en día se observan esfuerzos dirigidos al fortalecimiento de investigadores mediante el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica. Por su parte, algunas fiscalías están orientando esfuerzos para transformar sus modelos de investigación hacia una persecución penal estratégica, pero no se ha puesto aún el foco de atención en los servicios periciales y forenses. Hoy más que nunca se requieren peritos a la altura de la crisis humanitaria, capaces de remontar los déficits de confianza, justicia y verdad.