Bajo la lupa, La edición de hoy, Uncategorized — junio 7, 2019 at 7:20 am

BAJO LA LUPA | Los efectos devastadores de la prisión preventiva en las mujeres, por Isabel Erreguerena

El informe también da cuenta de que, tal como lo ha documentado EQUIS Justicia para las Mujeres en México, la mayoría de las mujeres en prisión preventiva están por delitos contra la salud. Estas cifras son parecidas en otros países, por ejemplo, en Perú, Ecuador, Argentina, Bolivia y Chile, cerca de la mitad de las mujeres en prisión preventiva lo están por delitos relacionados con drogas: 54.5, 53.0, 51.7, 47.7 y 43.8 por ciento, en cada caso. De tal forma que, si bien esta medida tiene efectos en toda la población en México, afecta de manera desproporcionada a las mujeres.

El informe señala que la prisión preventiva tiene consecuencias adversas para las mujeres, entre otras cosas, porque hay escasez de centros penitenciarios sólo para ellas, la infraestructura penal es inadecuada para el desarrollo de las relaciones madre-hijas e hijos, existen condiciones insalubres, falta de atención médica específica para personas de su género, y sometimiento a varias formas de violencia, incluyendo abuso sexual por parte del personal penitenciario. Como consecuencia del limitado acceso a establecimientos y servicios, las mujeres encarceladas se encuentran en mayor riesgo de contraer el VIH y otras infecciones y enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, destaca que el hacinamiento de las cárceles en América Latina es una de las principales consecuencias negativas de la prisión preventiva.

Los datos proporcionados en este informe nos obligan a replantear las medidas que se están tomando en México, cuestionándonos también la necesidad de tomar decisiones, ya sea cambios en leyes o políticas públicas, tomando en cuenta la evidencia sobre sus consecuencias y costos. Por su parte, estos estudios nos dejan claro una cosa: si continuamos apostándole a un modelo punitivo, sin mirar su efectividad -o falta de ella- y consecuencias, continuaremos con altos índices de impunidad y aumentando la desigualdad y violaciones de los derechos humanos de las mujeres, quienes, como muestra el estudio, sufren consecuencias graves y especificas por el uso no excepcional de esta figura.