Bajo la lupa, La edición de hoy — mayo 9, 2017 at 7:20 am

El final de la «verdad histórica» | Salvador García Soto en El Universal

¡Ahí está el detalle!

Foto | TerceraVía

El documento elaborado por el ex visitador general de la PGR, César Alejandro Chávez Flores, y revelado ayer por EL UNIVERSAL, es el golpe definitivo que termina de derrumbar la cuestionada «verdad histórica» del ex procurador Jesús Murillo Karam y toda la investigación oficial del gobierno mexicano que se tejió y se construyó sobre ilegalidades. Según lo documentado en su momento por el visitador de la Procuraduría, las averiguaciones previas federales incluyeron testimonios obtenidos bajo tortura, diligencias fuera de la legalidad, imputaciones de delitos con base en violaciones graves al debido proceso y a derechos humanos de los detenidos, además del rompimiento de la cadena de custodia, lo que significa que ningún tribunal ni nacional ni internacional sostendría esa investigación, si se impugna su legalidad o constitucionalidad.

Hoy que se revive el documento elaborado por Chávez Flores -por cierto aspirante a la Fiscalía Anticorrupción que sigue pendiente en el Senado de la República- no sólo queda en evidencia que durante los últimos 2 años y 8 meses las investigaciones de la PGR no sirvieron para esclarecer ni los móviles ni las razones por las que desaparecieron con tanta saña a 43 jóvenes, sino que además tergiversaron evidencias y siguieron pistas y declaraciones forzadas que no necesariamente dijeron la verdad sobre todas las personas, grupos criminales o instituciones que participaron o fueron cómplices, ya sea por acción o por omisión, en la detención, secuestro, desaparición y asesinato de los normalistas. Y también la reaparición y difusión de esa investigación interna, con sus documentadas violaciones al debido proceso y a los derechos humanos de varios de los acusados, abre la puerta a que se caiga definitivamente la indagatoria oficial. Y entonces sí, 32 meses después, el Caso Ayotzinapa volvería a empezar de cero. Y tal vez esta vez ya no sea el gobierno federal quien investigue, sino las instancias internacionales a las que tanto se criticó y se atacó por su colaboración en este caso impune y paradigmático.

*Lea el artículo completo en El Universal.