Bajo la lupa, La edición de hoy — enero 16, 2017 at 8:20 am

El nuevo extractivismo en el norte de Chiapas | Fortino Domínguez Rueda en La Jornada

¡Ahí está el detalle!

Actualmente, sobre los territorios zoques de Chiapas se yergue una amenaza, lo cual pone en peligro la existencia de este pueblo indígena en el siglo XXI. Es a raíz de la aprobación de la reforma energética (2013) que el gobierno mexicano ha puesto en operación, a través de la Secretaría de Energía, los proyectos ronda 1 y 2. Las rondas se conforman de una licitación pública internacional que el Estado mexicano actualmente desarrolla en relación con los recursos naturales que son susceptibles de ser explotados en materia de energía, tanto en superficie terrestre como marina. Es así como el pasado 23 de agosto, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, hizo pública la segunda convocatoria de la ronda 2. En específico, el proyecto se encuentra formado por tres procesos de licitación. En la licitación 3, titulada Contratos de licencia para la exploración y extracción en áreas terrestres, puede leerse que el espacio de ejecución de este proyecto “se encuentra integrado por 14 áreas contractuales […] localizadas en las provincias petroleras de Burgos, Tampico-Misantla, Veracruz y Cuencas del sureste”.

A causa de este horizonte gris que se avecina sobre las tierras y pueblos indígenas del norte de Chiapas, los zoques hemos comenzado a desarrollar diversas acciones, las cuales van desde reuniones familiares y de asamblea, donde se habla de la existencia del proyecto y de los potenciales efectos ambientales que se levantan sobre Nasakobajk (la madre tierra, en zoque); de igual forma se han generado mecanismos (videos y carteles) para informar sobre el tema en pueblos, comunidades y ciudades de México y Estados Unidos donde residen zoques en la actualidad. Hasta ahora, nuestras reflexiones como zoques indican que no sólo está en juego la implementación de un proyecto a gran escala, sino que se trata de una amenaza sobre la existencia civilizatoria de un pueblo indígena y su territorio. Ahora, como antes, los zoques debemos recurrir al colectivo y, desde diferentes geografías y calendarios, emprender la defensa del territorio ante el avance del extractivismo en América Latina.

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