La Corte Interamericana ha atraído el caso por tortura sexual y violaciones, basado en la demanda de las 11 mujeres. Tomó muchos años, mucho tiempo invertido, pero sobre todo perseverancia. Es, en resumen, producto del empeño de las 11 denunciantes: Ana María, Italia, Claudia, Cristina, Edith, Mariana, María Patricia, Norma, Patricia, Gabriela y Yolanda.
Al enviar el caso a la Corte, la Comisión informó lo siguiente: que la detención de las 11 mujeres (en mayo de 2006) fue ilegal y arbitraria; que existieron graves actos de violencia física y psicológica, incluyendo diversas formas de violencia sexual en contra de las 11 mujeres, y de violación sexual en el caso de 7 de ellas; se acreditó que estos actos fueron cometidos por agentes estatales; finalmente, se determinó que el Estado mexicano incumplió con su obligación de investigar estos hechos con la debida diligencia y en un plazo razonable.
Cabe recordar que, desde 2014, las denunciantes lanzaron la campaña «Rompiendo el Silencio. Todas juntas contra la tortura sexual», para animar a otras mujeres, que han sido víctimas de policías y funcionarios, a denunciar este tipo de delitos.
Esta es una victoria no sólo para las 11 mujeres, sino para los derechos humanos en México. Una herramienta para todas las mujeres que pueden verse en una situación así.