Al participar en un foro para promover la solidaridad entre jóvenes universitarios, en víspera del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, Mireya Villarreal recordó cómo inició la búsqueda.
Durante una manifestación frente al palacio de gobierno estatal, donde varias personas exigían que se investigaran las desapariciones, una mujer a bordo de una camioneta de lujo les gritó: ¡Viejas huevonas, pónganse a trabajar!
Eran los primeros días de 2012. El movimiento de familiares de desaparecidos en Coahuila empezaba y el crimen organizado llevaba violencia a todos los rincones del estado. Esa mujer no sabe qué nos duele, porque perdimos un hijo, no una mascota
, expresó Villarreal, quien desde el 10 de junio de 2010 busca a sus hijos Luis Lauro y Jorge Arturo, de 20 y 24 años, respectivamente, secuestrados por un comando en su casa, en Torreón. (La Jornada)