Quizá no existe quién visite la sierra Tarahumara con el propósito de conocer más sobre los rarámuri (tarahumaras) que no haya escuchado hablar de “El Pato”. Se trata de un jesuita muy querido por distintos sectores sociales; lleva cuarenta años trabajando, con base en Creel, por la defensa de los derechos humanos, desde su organización Comisión de Solidaridad y Derechos Humanos (COSYDDHAC).
Cuando llegó a la sierra, en los años setenta, quedó prendando de lo que el llama “la inteligencia sumamente civilizada de los rarámuri”. Cuarenta años después, aún cuando la globalización ha hecho de las suyas, muchos rarámuri conservan su concepción original de la vida, la cual, a decir de Javier Ávila, les genera mucha paz .
En esta entrevista Javier Ávila “El Pato” nos comparte, luego de tantos años de experiencia con este pueblo, cuáles considera los rasgos más admirables del pueblo rarámuri, que a través de los siglos se ha forjado una imagen de dignidad y resistencia (en sentido mucho más amplio que su épica habilidad para correr largas distancias). (Más de Mx)