Desde hace semanas se asoma uno de los rostros más duros del Estado mexicano que se haya visto en las últimas décadas, lo que revela que los halcones de la administración Peña Nieto han desplazado a los negociadores, e incluso hacen escarnio de ellos.
Las fuentes consultadas para este espacio señalan al consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos, como el actor que ha catalizado este endurecimiento desde Los Pinos, incluso manipulando a organismos que se presentan como promotores independientes de los derechos humanos, pero que forman filas en una estrategia orientada a demoler a grupos y personajes en este campo, dentro y fuera del país, como Juan Méndez, relator de la ONU para tortura y desapariciones, o Emilio Álvarez Icaza, secretario general de la CIDH.
El peso de Castillejos (Ciudad de México, 1976) parece ser hoy, a la luz de diversos testimonios, la presión que determina el accionar del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que de promotor de la rendición de cuentas ante una comunidad globalizada, debe asumir ahora el ominoso papel de sepulturero del diálogo.
De toda suerte, la cerrazón oficial sobre este tema parece un hecho consumado. El tiempo dirá si fue la única manera de salir de un atolladero que crucificaba la imagen del gobierno dentro y fuera de México. O si al contrario, los halcones sólo provocaron que el hoyo del desprestigio se hiciera más profundo. (El Universal)