Bajo la lupa, La edición de hoy — febrero 3, 2016 at 8:20 am

Mando único: la falla es de origen político/ Ernesto López Portillo en Animal Político

¡Ahí está el detalle!

chrome_2016-02-03_09-54-59¿Usted compraría un automóvil de una marca que falla? Yo tampoco. Así puede mirarse la propuesta del mando único o la policía estatal única. En este caso, quien vende la idea son los gobernadores y su marca es la policía estatal que depende de ellos, ninguna de las cuales en estricto sentido, hasta ahora, ha consolidado un modelo profesional y moderno, así evaluado por instancias independientes; por el contrario, muchas alojan las peores prácticas y reproducen los más graves delitos y violaciones a los derechos humanos. Comprar el mando único es como adquirir un vehículo de una marca que con una frecuencia incierta pone en la calle unidades con fallas mayores. El vendedor no convence cuando no tiene una buena marca. Nos están vendiendo la idea de que las policías totalmente controladas por los gobernadores serán las mejores, justo cuando hay policías de las cuales ya son directamente responsables y en muchas ocasiones muestran lo peor.

La propuesta del mando único o de la policía estatal única solo puede convencer si se escribe en clave de rendición de cuentas. De lo contrario, la evidencia no nos permite concluir más que se trata de una estrategia política que lo único que garantiza es empoderar aún más a los gobernadores. Darle el control total de la policía en la entidad federativa a un gobernador que ya hoy es responsable de una institución policial enferma, es tanto como hacer una inversión millonaria para hacer muchos más coches con la misma tecnología que ya ha demostrado su falla crónica.

El riesgo de aprobar la propuesta, sin contar con una voluntad política y un diseño legal e institucional favorable a la rendición de cuentas, es apenas imaginable. Las evidencias disponibles son irrefutables y muestran todos los días que la policía, ya sea municipal, estatal o federal, no rinde cuentas adecuadamente ante fallas y desvíos menores o mayores. La policía en México en general no se controla adecuadamente a sí misma y, reitero, ello sólo es posible desde una decisión política. (Animal Político)

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