Bajo la lupa, La edición de hoy — diciembre 4, 2015 at 8:20 am

Incrementa la presión de los proyectos hidroeléctricos para extraer la energía de la Sierra/ Leonardo Duran Olguin En La Jornada

¡Ahí está el detalle!

En los últimos años se han manifestado con más claridad las ambiciones de empresarios y funcionarios de gobierno, que desean extraer los recursos de las entrañas del Totonacapan. Para ellos, los recursos naturales son mercancías que deben ser extraídas en el menor tiempo posible. No les importan los métodos ni las formas, y mucho menos las consecuencias que estos traiga. Lo que les importa es obtener las mayores ganancias posibles, para responder a un sistema económico en donde el dinero está por encima de todo. Y para lograrlo buscan imponer sus proyectos a costa de lo que sea.

En su ambición, ellos han establecido que los ríos de la Sierra Norte de Puebla deben utilizarse para generar electricidad, a fin de alimentar la energía que requiere este sistema depredador. Sobre las cuencas de los ríos Apulco, Zempoala y Ajajalpan,  han diseñado proyectos hidroeléctricos con los que buscan explotar al máximo sus causes. El progreso es el principal argumento con el que intentan seducir para presentar sus proyectos. La generación de energía limpia, es el discurso al que recurren para ocultar los impactos ambientales. La compra de voluntades, la manipulación, la presión y las amenazas, son las armas que utilizan para imponerse y con las que muestran su verdadero rostro. En los últimos meses este es un fenómeno que se recrudece en la Sierra Norte de Puebla. A continuación un balance de cómo se está viviendo.

Todos estos sucesos muestran claramente que quienes intentan establecer los proyectos de muerte van por todo y están dispuestos a todo. Pero también es cierto que los pueblos serranos que han manifestados su determinación rechazando estos proyectos, están dispuestos a luchar con todo para evitar la imposición. Porque para nosotros, la tierra ni el agua son mercancías. Para nosotros, la tierra es nuestra madre y el agua es nuestra vida. Para nosotros, la tierra ni el agua se venden…. ¡Se aman y se defienden! (Consejo Tiyat Tlali)