Bajo la lupa, La edición de hoy — septiembre 3, 2015 at 8:20 am

Tercer Informe de Gobierno: el discurso del rey/ Antonio Ortuño en Horizontal

¡Ahí está el detalle!

Ortuño, escritor
Ortuño, escritor

Imagino que los invitados todos –funcionarios, gobernadores, legisladores, jueces, embajadores– también lo hacen y se reflejan en los viejos cortesanos de Jorge VI, porque reciben al presidente con un aplauso que suena muy ensayado. ¿Por qué aplauden tanto? ¿Por Ayotzinapa, por Tlataya, por la devaluación del peso o por la fuga del Chapo Guzmán?

En veinte ocasiones, a lo largo de la comparecencia, la voz de Peña Nieto es interrumpida por los aplausos. Porque no, el Informe no se trataba de rendir cuentas precisas sobre la violencia, corrupción e impunidad en las que estamos hasta el cuello, sino de machacar prioridades y prometer todo un batiburrillo de acciones, que involucran a todos los poderes, para “beneficio de la gente”. Incluyendo, claro, una austeridad gubernamental que no se ve por ninguna parte, al menos en el primer trienio del mandato, con sus giras lujosas y sus récords de gasto en publicidad. De lo que se trata, en fin, es de mostrarles a los “compañeros de ruta” de su gobierno, aliados, inversionistas y aplaudidores, que el rey puede hilar un discurso sin tropezar.

Podemos conceder que esa le salió casi bien (hubo gracejadas involuntarias como “la diabetis”, “el petrólio” o “los dilamas” pero nada demasiado terrible). El problema principal, a fin de cuentas, es que algunos seguimos recordando que, para empezar, esto es una república y tenemos sentado en la presidencia a alguien que se comporta y se ve a sí mismo como rey. (Horizontal)