Se parecen mucho las visiones de Moreno Valle, Mario Marín, Ulises Ruiz y el propio Peña Nieto, cuando era gobernador del Estado de México. Para ellos el ejercicio de la violencia de Estado y todas las violaciones a los derechos humanos que cometen sus subalternos no son delitos, sino “problemas políticos”. Como está sucediendo con el asesinato del pequeño José Luis Tehuatlie en Puebla, y sucedió cuando Marín protegió a la red de pederastas y lavadores de dinero, o cuando Peña encubrió a los policías que cometieron delitos en Atenco, y la vez que Ulises Ruiz mandó balacear a los miembros de la APPO y cerró periódicos; todos ellos tuvieron gran éxito al llevar la discusión mediática hacia la supuesta manipulación política. Lydia Cacho/Sin embargo