Bajo la lupa, La edición de hoy — octubre 7, 2013 at 9:10 am

El racismo corriente/Hermann Bellinghausen/La Jornada

¡Ahí está el detalle!

 

Imagen retomada de internet

El racismo corriente/Hermann Bellinghausen/La Jornada El cada día más inverosímil gobernador de Sonora, panista y de los peores, refrendó su anacrónico espíritu de yaquero porfirista al impulsar el genocidio final de un pueblo indígena mediante la ¿inevitable? desaparición de Mesa Colorada, la comunidad histórica de los guarijíos. Además, ¡le va a salir bien barato! Presumiendo su capacidad de timador, declaró que pagándoles 50 centavos el metro cuadrado de tierra a inundar a los pobladores, ahorró recursos a los sonorenses. La receta de dividir a los pueblos-objetivo, fase inicial del genocidio benigno de los desarrollistas, se aplica a lo largo y ancho del país.