El pasado lunes 20 de febrero, Amnistía Internacional envió una carta dirigida al Secretario de Gobernación Alejandro Poiré Romero, en la cual, de manera enérgica, le recuerdan que aún hay pendientes respecto a la defensa de los defensores de derechos humanos. Entre otros, destaca el caso de José Ramón y Pascual, Defensores Comunitarios del Agua.

El día de ayer, Navy Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se pronunció sobre los hechos ocurridos en el penal de Apodaca, Nuevo León, que terminaron con la vida de más de cuarenta personas ahí detenidas. Instó al gobierno mexicano a procurar condiciones de vida para quienes se encuentran en situación de detención.

El día de ayer, la Comisión Civil de Acompañamiento (CCA) al Frente Amplio contra la Supervía Poniente anunció que se integran a ella reconocidas personalidades que contribuirán activamente a la organización ciudadana. Esto, con el fin de aportar elementos de análisis a partir de la experiencia que ha generado la oposición a este megaproyecto en la Ciudad de México.

En días pasados, se difundió la noticia de que se habían encontrado los restos de Eva Alarcón y Marcial Bautista, defensores ecologistas de Guerrero y víctimas de desaparición forzada desde el pasado diciembre; sin embargo, las autoridades han señalado que esto no es así. Por lo tanto, las familias siguen pugnando por encontrarles con vida.

El pasado viernes 17 de febrero fue presentado el ya tradicional Informe sobre la evolución del caso Pasta de Conchos. En él se documenta que, a seis años del siniestro de Pasta de Conchos, persiste la impunidad: la justicia mexicana no ha sido capaz de castigar a los responsables.

El domingo en la madrugada, una riña entre grupos rivales, presuntamente provocada para encubrir una fuga masiva, terminó con la vida de 44 personas presas en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apodaca, Nuevo León. Según la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (Cadhac), éste no es un hecho aislado, sino que ocurre en un «continuo y perverso proceso de deshumanización de los centros penitenciarios».