Guerrero incansable
Por Karla Portugal
Hablar de Jhosivani Guerrero de la Cruz es hablar de un guerrero. Veinte años de amor a su familia, de estudiar con los recursos posibles, de mantenerse firme en su decisión de no seguir el sueño americano por el que se fueron su padre y sus hermanos; un sueño por el que murió uno de ellos y por el que su papá no estuvo con él durante nueve años de su vida.
Hablar de Jhosivani es hablar de un joven con el sueño de ser veterinario, de un líder que se descubrió hasta que eligió estar en la Casa del Activista, que dejó de pensar sólo en sí mismo y de comprar tenis caros para encaminarse a crear primero su conciencia social y después una sociedad justa que diera oportunidades a su entorno.
Hablar de Jhosivani es hablar de un joven arriesgado, hábil, que ama cazar venados y conejos, que a pesar de vivir en una comunidad de 400 habitantes sin agua, sin Internet, sin servicios básicos eligió ser la posibilidad para su gente y hacer viajes para acarrear agua justo en los meses más calurosos, de ganar dinero para mantener sus estudios.
Hablar de Jhosivani es hablar de un joven que usa los medios digitales y enseña a su familia a usarlos, que cuida y consiente a sus sobrinos, que los apoya, que se entrega.
Hablar de Jhosivani es hablar de un hombre que flaquea cuando algo no sale como lo espera, pero que no se deja caer; que descubrió que puede usar su voz y hacer la diferencia en su sociedad, que pide respeten su espacio vital, que no deja su mochila un segundo para que no le hagan maldades, que es quisquilloso hasta para comer.
Hablar de Jhosivani es hablar de un Guerrero incansable e invencible.
Texto perteneciente a la campaña Marchando con letras
Ilustración de Choper Nawers.
Tomada del portal #IlustradoresConAyotzinapa