Ayer en Guadalajara, Tonatiuh Moreno refutó al presidente Calderón en un acto público. Le preguntó: «Eeehh… ¿esta guerra cuándo se va a acabar?, ¿cuántas muertes más?, ¿cuándo se acaba la guerra?

«Gane quien gane nomás va a seguir administrando la desgracia», dijo Javier Sicilia. Además, señaló: «No voy a votar, voy a ir a anularlo. Nos niegan la participación ciudadana y luego nos piden ir a votar».

En su informe anual, Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, señaló que el Informe de Human Rights Watch sobre abusos sistemáticos del Ejército en México cuenta con información real y verídica, por lo que «está debidamente sustentado y respaldado». Respaldó lo dicho señalando que, de las 25 recomendaciones que emitió a la Sedena, más las dirigidas a la Marina, «se refieren a hechos verdaderamente graves que tienen que ver con homicidios, torturas, desapariciones forzadas».

Rafel Cázares Ayala, Director General de Derechos Humanos de la Sedena, afirmó en entrevista con Milenio que no es cierto que la ciudadanía no quiera a los militares: «El nivel de aceptación de la sociedad demuestra cómo los ciudadanos perciben nuestro actuar, de tal forma que ocho de cada diez mexicanos confían en sus Fuerzas Armadas y nueve de cada diez desean que continuemos con estas actividades».

«Afectación la tenemos ya, pero nadie va a padecer por falta de agua o por comida, nadie va a fallecer ni por falta de agua ni por comida, el compromiso es ese», afirmó Felipe Calderón, al hacer entrega de apoyos emergentes por la sequía durante una gira de trabajo por Zacatecas. Sin embargo, advirtió que “lo peor de la sequía está por venir”.

Al despertar de un nuevo año, se renuevan las esperanzas y las expectativas para recrearnos y recrear al mundo. Este tiempo nos ayuda a reflexionar sobre nuestras preocupaciones, deseos y retos, y no pocos deseamos dentro de nuestros deseos y propósitos para este 2012 un país que al igual que nuestros seres queridos no sufran las calamidades de la inseguridad, la desigualdad y la miseria. Desde la tarea de los derechos humanos nos alienta la posibilidad de un nuevo ciclo.