En este siglo XXI, Anonymous es, en definitiva, sinónimo de subversión y símbolo de temor para los regímenes autoritarios y violadores de los derechos humanos. Recientemente, mostraron su poder al atacar páginas oficiales del gobierno federal.
22 septiembre 2011/Sididh/QgF.- Los pasados días 15 y 16 de septiembre los medios de comunicación convencionales hicieron eco de una iniciativa global que tuvo repercusión en México: Anonymous convocó y realizó ataques cibernéticos a las páginas web de diversos sitios oficiales, destacando el de la SEDENA, la presidencia de la República y la SSP. Los días previos a dicha celebración la agenda de las secciones de Estados en los medios nacionales estaba enfocada en medir el temor en las distintas ciudades del país ante la situación de violencia. Se hablaba de que en la mayor parte de las localidades los gobernantes confirmaban la realización de las fiestas y en algunos pocos más bien la cancelaban.
En este contexto, en el que cada vez es menos oculto el conflicto armado en curso en el país y en el que el gobierno federal elige alzar la voz más fuerte y retar al crimen organizado a un concurso de machismo, es de llamar la atención la acción de Anomymous. Un fenómeno comunicacional que además se ha expresado de manera sumamente clara por temas que tienen un amplio consenso entre el «círculo rojo»‘, un mote que ha adquirido la clase «crítica» del país. Su objetivo fue conseguido, a pesar de los desmentidos oficiales posteriores. Los destinatarios de su mensaje: el Estado y el crimen organizado.
En un momento en el que existe gran incertidumbre y donde el gobierno emite spots publicitarios en donde reconoce que las cosas «están mal», pero advierte que «podrían estar peor» si Calderón no hubiese atacado a esos «desgraciados», según narra una mujer en la publicidad oficial, la acción de Anonymous genera confusión en sectores poco enterados de las nuevas tecnologías. ¿Se trata de un grupo subversivo? ¿Cómo entender esta expresión novedosa y súbitamente encumbrada por los medios convencionales?
Recordemos que desde hace al menos un par de años, grupos disidentes han realizado atentados diversos en México, caracterizados en principio por la ausencia de víctimas. Esos grupos que atacaban fundamentalmente cajeros bancarios automatizados reivindicaban los derechos animales. Recientemente se han dirigido explosivos a investigadores de nanotecnología del Tec de Monterrey y de la UNAM Acatlán. A pesar de que estas nuevas formas de disidencia están vinculadas por la tecnología, Anonymous es un fenómeno de otra índole.
Anonymous, según la wikipedia está definido no como un grupo sino como un meme. Un meme es una idea, un concepto. En este caso, una iniciativa que se inspira en un personaje de comic que también apareció en el filme V de vendeta, producida por los hermanos Watchovsky, creadores de Matrix. En la película un personaje llamado “V” emprende una guerra personal contra un Estado totalitario y fascista, misma que termina con una confrontación no armada de civiles contra militares, en la cual estos últimos deponen las armas. El fenómeno Anonymous busca precisamente cuestionar el autoritarismo y la censura. Según un resumen en español de su manual básico:
Anonymous mayoritariamente participa en ataques a webs del gobierno que quieren censurar la información, que violentan los derechos humanos o a los cuales se quedan de brazos cruzados sin hacer nada, somos la voz del pueblo. También participamos en marchas dejando en claro que Anonymous está presente en ellas.
Es decir que no se trata de una concertación subversiva, porque los participantes no están involucrados en el sentido clásico del término. Sin embargo sí existe una reivindicación básica en dos sentidos. Por una parte, de manera positiva se valora la importancia de la libertad de expresión como una suerte de llave para el acceso a los otros derechos humanos (en un sentido muy similar a los artículos 19 de la Declaración Universal y 13 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos). Por la otra se repudia la acción u omisión gubernamental que permite que se violenten los derechos de las personas. Finalmente, se afirma su carácter de movimiento civil al señalar que existe una modalidad en la cual se ejerce el derecho a la protesta presencialmente.
La fascinación que despierta Anonymous proviene de lo escurridizo de su definición. Precisamente su característica cibernética y anónima hace que el fenómeno se explique de manera más simple con metáforas como “Anonymous es un grupo, en el sentido de que una bandada de aves es un grupo. ¿Por qué sabes que son un grupo? Porque viajan en la misma dirección. En un momento dado, más aves podrían unirse, irse o cambiar completamente de rumbo”, según la definición de un diario alternativo de Baltimore.
Lo cierto es que eso mismo es lo que hace que los Estados (los principales confrontados por Anonymous) y las corporaciones sean tan vulnerables a estas estrategias de acción civil. Las policías buscan células y cabecillas, mientras que Anonymous al ser más bien una idea que no está sujeta a una dirección en el sentido clásico del término. De la misma forma, no puede desarticularse igual que un grupo subversivo clásico. Las personas pueden involucrarse de maneras mucho más simples con este tipo de acción. Citando nuevamente el manual ya mencionado:
A partir del momento en que usted decidió ser un Anon, empezó a formar parte de ello. Pero aún así, hacen falta ciertas cosas para que usted empiece a ser un Anon activo”
Esas ciertas cosas son algunas instrucciones para configurar el equipo de cómputo. Recordemos que precisamente este movimiento está muy vinculado con la lógica de Wikileaks, misma que ha sido duramente reprimida por los Estados más poderosos por su potencial revelador. Para nosotros, ciudadanos de un siglo XXI, cada vez más sorprendente en sus posibilidades y sus horrores, nos muestra, como en 1810, como en 1994, la terrible simpleza que revela la disyuntiva entre la guerra y la paz, entre la libertad y el totalitarismo. La elección nunca será simple…