DESCA — agosto 18, 2011 at 9:53 am

28 millones de personas sufren algún grado de privación alimentaria en México

En un boletín de prensa emitido el día de ayer, el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos (OPSDH), reconoció que, según datos del CONEVAL, de 2008 a 2010 la pobreza aumentó de 48.8 a 52 millones de personas, debido a la crisis económica que recientemente ha afectado al país. Sin embargo, consideró que la magnitud de la pobreza y el número de personas que tiene carencias sociales (32 millones) son muestra de los vacíos que aún existen en el país en el acceso pleno a los derechos sociales.

Para 2010 se muestra que las personas en pobreza moderada tienen 2.1 carencias sociales, es decir, que aún se encuentran lejos de tener una realización adecuada de sus derechos y que corren el riesgo de caer en pobreza extrema. Por ejemplo, una caída en sus salarios y la pérdida de seguridad social bastaría para que fueran pobres extremos. Incluso, las personas que sólo tienen carencia social se encuentran en una posición sumamente frágil: con 1.9 de carencias sociales bastaría tener un escenario como el anterior para que fueran pobres moderados o incluso extremos. En términos de los derechos sociales, el acceso a la alimentación ha sido el mayor perjudicado. De acuerdo con el CONEVAL, en 2008, 23.8 millones de personas tenían algún grado de privación alimentaria; sin embargo, para 2010 la cifra se incrementó a 28 millones. De esta cifra, 12.2 millones se encontraban en situación extrema; es decir, en hogares en los que se padeció hambre en buena parte de los periodos de referencia.

A nivel estatal existen fuertes diferencias en la incidencia del porcentaje, número y profundidad de la pobreza. En Guerrero, Chiapas y Oaxaca una de cada tres personas vive en pobreza extrema. Por otro lado, los estados con menores porcentajes de pobreza extrema tienen altos porcentajes de personas con carencias sociales. Por ejemplo, estados usualmente conocidos por su grado de desarrollo como el Distrito Federal, Baja California, Baja California Sur y Nuevo León tienen porcentajes superiores al 30% de personas con carencia social. Es decir, son estados en donde el ingreso es relativamente alto pero con importantes rezagos en materia de realización de varios de los derechos sociales. Sin embargo, son estados en los que una política social más eficaz permitiría reducir importantemente el número de pobres y el número de personas en riesgo de caer en la pobreza.