El sábado 13 de agosto, defensores y defensoras de los derechos humanos de las personas migrantes miembros de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz y de la Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en Tultitlán, Estado de México, tenían previsto iniciar una procesión pacífica en memoria del migrante asesinado en las vías del tren el domingo pasado. Sin embargo, un grupo de entre treinta y cincuenta personas los amenazaron con quemar el albergue o entrar y sacar a los migrantes para cerrarlo definitivamente. Ante esta situación, las y los defensores decidieron no salir; mientras que el plantón de los vecinos se prolongó afuera de la casa por alrededor de seis horas.
Estos hechos propiciaron la organización de una mesa de diálogo prevista para el día de hoy, 15 de agosto, en la que se espera que las autoridades del Estado de México cumplan con su compromiso de ofrecer respuestas claras y contundentes a los problemas de criminalidad, violencia y corrupción policiaca que viven las personas migrantes y sus defensores en la zona de Ecatepec-Tultitlán. Mientras tanto, continúan exigiendo el esclarecimiento del asesinato del migrante guatemalteco y que se castigue a los culpables del mismo. Asimismo, piden al gobernador Enrique Peña Nieto y al presidente municipal Marco Antonio Calzada que reubiquen el albergue para poder ofrecer una atención digna a las personas migrantes sin poner en riesgo su integridad.