Javier Hernández Alpízar
(Publicado en Zapateando)
El lema es “yo me declaré, declárate tú”. Se trata de un video realizado como parte de una campaña de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pide a quienes lo ven que se declaren defensores o defensoras de quienes nos defienden.
“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.” Desmond Tutu. Es el epígrafe tomado de uno de los luchadores contra el apartheid en Sudáfrica con el cual inicia el video, sencillo, claro y breve (3:25 minutos), que explica que “todas y todos podemos ser” defensoras y defensores de derechos humanos, “no es necesario pertenecer a una organización ni tener una profesión específica”.
Admite, “aunque parezca absurdo, hay quienes quieren impedir el trabajo de las y los defensores, porque al proteger a las víctimas exponen al agresor a ser llevado ante la justicia”. En México, “eso basta para generar represalias como amenazas, agresiones, encarcelamientos, difamaciones o incluso que sean obligados a dejar su hogar o hasta perder la vida”. Explica: “Si las y los defensores se dedican a defenderse a sí mismos, no podrán defender a nadie más”. Por tanto, la campaña invita: “Declárate defensor o defensora de quienes nos defienden”.
Exhorta también a que:” Exijamos al gobierno que prevenga cualquier tipo de agresión en su contra y que investigue a fondo los ataques cometidos”. Es algo que conviene a toda la sociedad, pues “mientras más personas defiendan a los defensores y defensoras, menos riesgos enfrentarán y tú estarás más protegido contra la injusticia”. El video concluye: “Ejerce tu derecho a defender los derechos humanos” enviando a todos tus contactos el video publicado en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=t6zizschxCY&feature=player_embedded#at=119
Es muy importante la aclaración de que no se necesita ser abogado o pertenecer a una asociación civil de derechos humanos, pues en cuanto se defiende un derecho o a la víctima de una injusticia, automáticamente se es defensora o defensor de derechos humanos. Por ende, una comunicadora o comunicador, una persona que ejerce el reporterismo o la comunicación popular, alternativa, libre, independiente, comunitaria o comercial, en el momento en que da voz a quienes denuncian atropellos a sus derechos, es también una defensora o defensor de los derechos humanos.
Defendamos entonces a quienes nos informan, en el país más peligroso del mundo contra los trabajadores de la comunicación: México. Hasta mediados de abril de 2011, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contabilizaba 462 quejas por agresiones a periodistas, y los estados con mayor recurrencia en violaciones a derechos humanos de periodistas fueron: El Distrito Federal con 64 casos, Oaxaca con 61, Veracruz con 29, Chihuahua con 28 y Chiapas con 26. Cf. http://www.eluniversal.com.mx/notas/759731.html
En mayo, el mismo medio, El Universal, en el contexto del “día de la libertad de expresión” dio a conocer que, según la CNDH, de 2005 a marzo de 2011, en México se registraron 68 homicidios y 13 desapariciones de comunicadores. Cf: http://www.eluniversal.com.mx/notas/762768.html
Cada vez que las personas que ejercen el reporterismo o la comunicación en cualquiera de sus formas padecen represalias como amenazas, agresiones, encarcelamientos, difamaciones, despidos por lo que han publicado o incluso ser obligados a dejar su hogar o hasta perder la vida… también se viola el derecho de sus lectoras y lectores, de quienes los vemos o escuchamos informar, comentar, comunicar lo que pasa en nuestro país.
Veracruz no ha estado exento de esta ola violenta contra la prensa, como las quejas ante la CNDH atestiguan. Los recientes asesinatos de los periodistas de Notiver Yolanda Ordaz de la Cruz y anteriormente de Miguel Angel López Vela (Milo Vela, autor de la columna Va de Nuez), junto a su esposa Agustina y su hijo, el fotorreportero Misael, precedidos de otras agresiones como la desaparición de Evaristo Ortega Zárate y el asesinato de Noé López Olguín, en el sur de Veracruz, son en conjunto un panorama ominoso.
El discurso del gobernador Javier Duarte, al tocar el tema de la delincuencia, incluyó la frase “no podemos cerrar los ojos ante la participación de otros actores quienes se escudan entre empresarios, periodistas, profesionales y otros grupos sociales”. Cf: http://www.notiver.com.mx/index.php/primera/144968.html?secciones=3&seccion_selected=3&posicion=1
La amplitud, vaguedad y ambigüedad de la acusación es ominosa, y recuerda a las acusaciones, así de amplias y vagas también, del procurador después del asesinato aún sin esclarecer de Yolanda Ordaz de la Cruz. Si no se hace justicia por las anteriores agresiones, asesinatos y desapariciones de periodistas, más declaraciones tratando de criminalizar su labor, como la de “profesionales y otros grupos sociales” donde cabe todo, se vuelven una amenaza de represión contra las defensoras y defensores de derechos humanos, en el sentido amplio que acepta la ONU: campesinos, estudiantes, académicos universitarios, personas dedicadas a la comunicación sea comercial o alternativa y comunitaria, ambientalistas, mujeres, jóvenes.
Es inaceptable que se quiera encasillar a los defensores y defensoras de derechos humanos en el amplio cajón de los “sospechosos”, y la invitación de la ONU a declararnos todas y todos defensores de quienes nos defienden se hace urgente en Veracruz. Cada vez que agreden a una radio comunitaria o alternativa, a un grupo o equipo de comunicación alternativa, o a una persona dedicada al periodismo o la comunicación comercial o de cualquier otra índole, además de violar los derechos de los agredidos, violan los derechos de toda la sociedad a estar informados: nuestro derecho a saber. Yo ya me declaré, declárate tú.
Además opino que debemos participar en la movilización por la paz con justicia y dignidad el 14 de agosto para evitar que la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional haga permanente un estado de excepción y de sitio estructural en México.