La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha emprendido una guerra mediática en la radio comercial y en la prensa escrita del estado de Jalisco, para convencer, mediante engaños, a la opinión pública de Guadalajara de la viabilidad y pertinencia de la construcción de la presa El Zapotillo. En el mismo sentido, el mes pasado, José Luis Luege Tamargo, titular de CONAGUA, falseó la información presentada ante la Cámara de Diputados, ya que continúa sin tener el cambio de uso de suelo por parte del cabildo del Municipio de Cañadas de Obregón. Por lo tanto, hasta el día de hoy la presa se continúa construyendo en total ilegalidad, pues no tiene permiso para levantar la cortina de 105 metros de largo. Además, ante la presión ejercida por la CONAGUA, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), actuó sin apegarse a su propia ley y ha autorizado la remoción de los monumentos históricos de Temacapulín.
Ante esta situación, el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, afirma que la presa El Zapotillo no tiene ningún sustento técnico y no resolverá la problemática de abastecimiento de agua ni para Jalisco ni para Guanajuato. Por lo tanto, señala que esta presa no es sinónimo de desarrollo, sino que únicamente es muestra de que el sistema político continúa negociando los recursos naturales, aún a costa del derecho a un medio ambiente sano, a la alimentación, a la salud y a la cultura.