DESCA, Misiones de observación — agosto 2, 2011 at 9:48 am

Universidad de Fordham informa sobre graves violaciones a derechos humanos en la construcción de megaproyectos en México

El pasado sábado 30 de julio se llevó a cabo la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales en la comunidad Salsipuedes, del municipio de Acapulco, Guerrero, en la que miembros del Centro Prodh presentaron el informe “Han destruido la vida de este lugar: Megaproyectos, violaciones a derechos humanos y daños ambientales en México” de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Fordham, de Nueva York.

El Informe es producto de la visita que investigadores de esta universidad realizaron en febrero del 2011 a cuatro proyectos: la Supervía Poniente en la Ciudad de México, la presa El Zapotillo, en Jalisco, la mina Fortuna Silver en San José del Progreso, Oaxaca, y la mina New Gold en el Cerro de San Pedro, San Luis Potosí. También tuvieron conocimiento de la situación del proyecto hidroeléctrico La Parota, en Guerrero y la presa Paso de la Reina en Oaxaca.

El Informe destaca serias violaciones a los derechos humanos de las comunidades y personas afectadas por la construcción de megaproyectos en México. Señala que el gobierno viola reiteradamente los derechos de las comunidades a la participación en la planeación de los proyectos y el derecho a la información. Además, manifiesta que los megaproyectos son originados en contextos de violencia e impunidad de los tres niveles de gobierno, por lo que muchos residentes de las comunidades afectadas, así como defensores ambientales y de derechos humanos, han sufrido hostigamientos e, incluso, algunos han sido asesinados por su activismo.

En sus conclusiones, el Informe recomienda al Estado mexicano investigar los ataques a las y los defensores ambientales, respetar y reforzar el derecho a la información y consulta en la planeación de megaproyectos y cumplir a cabalidad las leyes ambientales. Por otra parte, a los gobiernos canadiense, estadounidense y a la Unión Europea los exhorta a que las empresas de sus países que se encuentren financiando o construyendo proyectos en México respeten los principios del Pacto Global de la ONU y las líneas directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en materia de responsabilidad social, operando con el mismo grado de cuidado y respeto con el que lo harían en sus comunidades de origen.