Vuelve la tragedia a la zona carbonífera

Ciudad de México, 21 de mayo de 2021En un contexto de persistencia de las deficientes medidas de seguridad en el trabajo en las minas de carbón de Coahuila aun tras la tragedia de Pasta de Conchos, el pasado viernes se registró otro siniestro que ha dejado hasta el momento 4 mineros fallecidos y tres aún desaparecidos.

Una mina de arrastre ubicada en Múzquiz, Coahuila, sufrió una inundación al parecer al vencerse una pared colindante con una mina vecina, abandonada e inundada. De 17 trabajadores, 10 lograron escapar con vida. Hasta el domingo se habían rescatado los cuerpos de los mineros Gonzalo Alberto Cruz Marín, Humberto Rodríguez Ríos, Mauricio Cortés y Pedro Ramírez, quien había denunciado en octubre pasado las riesgosas condiciones en que operaba la mina.

La Organización Familia Pasta de Conchos (OFPC) y el Centro Prodh, quienes acompañan el litigio de un numeroso grupo de deudos de Pasta de Conchos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunciaron que el siniestro pudo prevenirse, pues desde octubre habían denunciado al titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) las condiciones de trabajo. La comunicación -con fotografías incluidas- se dio porque la CFE es compradora de carbón de la mina. Aunque la empresa se deslindó, la OFPC mostró el número de contrato para aclarar que el mineral sí es adquirido por la Comisión.

«También en el proceso ante la @CIDH  del caso Pasta de Conchos se ha insistido en que reparación sin medidas de no repetición no permitiría evitar nuevos siniestros. Estas alertas no se han escuchado, se ha privilegiado la indemnización y se ha excluido a víctimas y defensoras que por años centraron su lucha, no en reparación, sino en rescate y medidas de no repetición», advirtieron las organizaciones.

La OFPC insistió en que se debe cancelar todo el complejo minero, indemnizar a las familias y a los trabajadores, remediar el daño ambiental y proceder penalmente contra el empresario. «URGEN MEDIDAS DE NO REPETICIÓN», clamaron.

Apenas en mayo pasado, ante la notificación del Estado mexicano a la CIDH sobre su deseo de llegar a una solución amistosa en el caso Pasta de Conchos y ante los señalamientos respecto del rescate formulados en la conferencia de prensa presidencial, las familias peticionarias afirmaron que es necesario que el Gobierno federal cambie la pauta de diálogo hacia uno más respetuoso e incluyente e insistieron en la no repetición de siniestros y fallecimientos evitables en las minas de carbón.