Ciudad de México, 16 de marzo de 2021. Con una sentencia que consideró el contexto sistemático de violencia que ha sufrido la comunidad en defensa de su territorio y contempló medidas de reparación integral a cargo de autoridades del Estado, un Tribunal de Enjuiciamiento condenó a autores de los homicidios de Julián Carrillo Martínez y su hijo Víctor Carrillo Carrillo.
Julián Carrillo Martínez fue uno de los principales líderes de la comunidad rarámuri de Coloradas de la Virgen, del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, y realizaba labores en defensa del bosque ante la tala indiscriminada de árboles en la región.
La noche del 24 de octubre de 2018, Julián Carrillo Martínez fue atacado en Coloradas de la Virgen por hombres armados. Las agresiones en su contra por su defensa del territorio no eran nuevas. Habían sido asesinados en este contexto Francisco Chaparro Carrillo, yerno, en julio de 2018; Alberto Quiñones Carrillo, sobrino, en septiembre de 2017; Guadalupe Carrillo Polanco, sobrino, en Julio de 2016; y Víctor Carrillo Carrillo, hijo, en febrero de 2016. Julián Carrillo se había desplazado de la comunidad en diferentes momentos y era beneficiario de medidas de protección del Mecanismo para la protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
Durante el juicio se tuvo por acreditado que se cometieron violaciones de derechos humanos de la comunidad y que el Estado había fallado en brindar protección a las personas defensoras. Se reconoció que, a partir de los hechos de violencia perpetuados en contra de la comunidad en el contexto de defensa de su tierra, territorio, recursos naturales y, concretamente, a partir del homicidio de uno de sus principales líderes, varias personas se habían desplazado forzadamente, sufriendo la pérdida de sus bienes e impidiendo la realización de su proyecto de vida.
La sentencia impuso 48 años de prisión a uno de los autores materiales de los dos homicidios y determinó que se debía reparar el daño integralmente, tanto a las familias directas de las personas asesinadas, como a la comunidad a la que pertenecían. También se contempló la reparación del daño moral y la realización de un acto público donde se reconozca a Julián Carrillo Martínez como defensor de derechos humanos. Asimismo, se condenó a medidas de rehabilitación y compensación a favor de quienes acrediten haber sufrido pérdidas económicamente valuables a raíz de los hechos materia del juicio.
Se adelantó que se solicitará a las autoridades de diferentes niveles de gobierno que se realicen acciones eficientes de seguridad pública para erradicar al grupo criminal que actúa en la zona y garantizar así el regreso digno y seguro de las familias a su lugar de origen.
Las organizaciones de derechos humanos, Alianza Sierra Madre A.C. y Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A.C., que acompañan a la comunidad en su lucha por el respeto y garantía de sus derechos, reconocieron que esta sentencia sienta un precedente a nivel nacional que puede servir como referente para otras comunidades indígenas que enfrentan los mismos obstáculos en su lucha por el respeto de su territorio ancestral. También consideraron que sentencias como ésta constituyen una medida efectiva que permite que hechos similares no se repitan al ser sancionados adecuadamente.
Desde 2007, la comunidad de Coloradas de La Virgen emprendió una batalla jurídica ante el Tribunal Unitario Agrario por explotación de Recursos Naturales en su territorio ancestral. El trabajo de defensa de su territorio ha generado un sinnúmero de amenazas contra las personas integrantes de la comunidad, así como de la organización Alianza Sierra Madre.
En el estado de Chihuahua este es el segundo caso en el que existe una sentencia condenatoria por el asesinato de una persona defensora de derechos humanos. El primero fue el de Isidro Baldenegro, quien también fuera uno de los principales líderes de Coloradas de la Virgen.