Ciudad de México, 11 de marzo de 2021. Luego de la presión de organizaciones locales y nacionales de derechos humanos, las ocho mujeres detenidas en Aguascalientes durante las protestas del pasado #8M2021 fueron liberadas, aunque seguirá adelante la investigación penal por lesiones dolosas, daño en las cosas y resistencia de particulares.
En el mismo supuesto se encuentra el hombre también detenido el mismo día.
El colectivo Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes (OVSGA), quien acompaña a las jóvenes, señaló que la fiscalía no contaba con elementos para sustentar los hechos que les imputan.
Ante ello, el Centro Prodh -quien emitió una Acción Urgente el día anterior- llamó a la Fiscalía General del Estado de Aguascalientes a cerrar las carpetas de investigación, archivándolas de manera definitiva, «evitando la criminalización de quienes se manifestan legítimamente»; también pidió que se investigue el uso excesivo de la fuerza.
El semanario Proceso relató que los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y Municipal, así como policías hombres y mujeres, enfrentaron físicamente a las manifestantes, además de que elementos de seguridad y antimotines de ambas corporaciones persiguieron con motocicletas y palos de escoba, y jalaron del cabello a manifestantes. Las sacaron de negocios y hoteles donde se resguardaron, e intentaron detener a integrantes de la prensa.
Una vez detenidas en las instalaciones del Centro de Comando, Control, Comunicación y Computo de Aguascalientes, conocido como C4, personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHA) se negó a presentarse pese a la solicitud de las organizaciones civiles y feministas. Posteriormente informaría que inició una queja de oficio.
La semana anterior, Amnistía Internacional México publicó un informe que establecía que las autoridades mexicanas reprimieron a mujeres que protestaban pacíficamente en contra de la violencia de género en 2020, violando sus derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica mediante el uso innecesario y excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias e incluso violencia sexual.