Ciudad de México, 19 de noviembre de 2020. La religiosa María Isabel Hernández Rea resultó herida luego de que una brigada de ayuda humanitaria a la que acompañaba fuera atacada ayer al filo del medio día con armas de alto poder en Tabak, Aldama, en el estado de Chiapas.
De acuerdo con información del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), la caravana estaba compuesta por integrantes de Cáritas San Cristóbal de Las Casas y del Fideicomiso por la Salud de Niños Indígenas de México (Fisanim) y buscaba entregar alimentos a familias en desplazamiento forzado en Tabak, cuando fue atacada por un grupo civil armado de corte paramilitar procedente del Sector Santa Martha, Chenalhó.
La Comisión Permanente de los 115 Comuneros y Desplazados de Aldama informó al Frayba que los ataques se registraron desde las 8:34 horas, procedentes de los puntos de Tojtik, Telesecundaria y Telemax, en Chenalhó.
«Cabe señalar que los gobiernos estatal de Rutilio Escandón Cadenas y el federal de Andrés Manuel López Obrador han sido omisos ante los constantes llamamientos para cesar las agresiones armadas a comunidades del Pueblo Maya Tsotsil de Aldama, las cuales sobreviven al asedio que incrementa la crisis de derechos humanos, especialmente la alimentaria y de salud», denunció el Frayba.
Para Fisanim, el ataque es una acción criminal. «No habíamos podido acercarnos a llevarles tan necesitado alimento, la gente está en una situación de emergencia alimentaria porque los balazos son diarios en esta comunidad y en todos los de Aldama. Debemos unir fuerzas e indignaciones para que esta situación se detenga ya», llamaron los integrantes del Fideicomiso.
La religiosa herida tiene 52 años de edad, pertenece a la congregación de las Hermanas Dominicas de la Reina del Santo Rosario y colabora en la Parroquia de San Andrés Larráinzar, de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
El Frayba condenó el ataque y responsabilizó de estos hechos al Estado mexicano por no garantizar la seguridad e integridad de las y los agentes de pastoral, de las organizaciones de la sociedad civil y de periodistas que ingresan, documentan, visibilizan la violencia y acompañan a las comunidades en desplazamiento forzado.
«Exigimos al Estado mexicano desarmar y desarticular a los grupos civiles armados de corte paramilitar de Chenalhó, responsables directos de los ataques armados que han provocado desplazamientos forzados en la región Altos de Chiapas y que ponen en riesgo la vida de quienes proporcionan ayuda humanitaria a la población», finalizó, al tiempo en que llamó a la sociedad solidaria a firmar la acción urgente del caso.