Ciudad de México, 23 de septiembre de 2020. La pandemia de la COVID-19 ha provocado una gran pérdida de horas de trabajo en todo el mundo, que ha dado lugar a su vez a una «drástica» reducción de los ingresos provenientes del trabajo de los trabajadores, según señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su reciente análisis de los efectos de la pandemia en el mundo del trabajo.
Los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial han disminuido alrededor de un 10,7%, a saber, 3,5 billones de dólares de EE.UU., en los tres primeros trimestres de 2020, con respecto al mismo período de 2019. Esa cifra no incluye los efectos de las medidas adoptadas por los gobiernos para sustentar el nivel de ingresos.
La mayor reducción tuvo lugar en los países de ingresos medianos bajos, en los que la pérdida de ingresos provenientes del trabajo alcanzó el 15,1%; América, en la que se registró una pérdida del 12,1%, fue la región más afectada.
Según se desprende de los resultados del análisis que figura en el Observatorio de la OIT: La COVID?19 y el mundo del trabajo. Sexta edición , la pérdida de horas de trabajo a escala mundial en los primeros nueve meses de 2020 ha sido «sustancialmente mayor» que la prevista en la edición anterior de dicho Observatorio (publicada el 30 de junio).
Por ejemplo, la revisión de las estimaciones sobre pérdida de horas de trabajo a escala mundial para el segundo trimestre (T2) de este año (con respecto al cuarto trimestre de 2019) arroja una pérdida del 17,3%, equivalente a 495 millones de empleos a tiempo completo (para una semana laboral de 48 horas), frente a la anterior estimación del 14%, o 400 millones de empleos a tiempo completo. Para el tercer trimestre de 2020 se prevé una pérdida de horas de trabajo a escala mundial del 12,1% (345 millones de empleos a tiempo completo).
Las previsiones para el cuarto trimestre ponen de manifiesto una situación mucho más desfavorable que la estimada al publicarse la última versión del Observatorio de la OIT . Con arreglo al caso hipotético de referencia establecido por la OIT, cabe prever que la pérdida de horas de trabajo a escala mundial sea del 8,6% en el cuarto trimestre de 2020 (con respecto al cuarto trimestre de 2019), lo que corresponde a 245 millones de empleos a tiempo completo. Ello constituye un aumento del 4,9 por ciento, a saber, 140 millones de empleos a tiempo completo, con respecto a la anterior estimación de la OIT.
Uno de los motivos a los que obedece esa revisión al alza en la estimación de la pérdida de horas de trabajo es que los trabajadores de las economías en desarrollo y emergentes, en particular en el sector informal, se han visto mucho más afectados que en crisis anteriores, como se refleja en el Observatorio.
En el informe se señala asimismo que la disminución del empleo es atribuible en mayor medida al grado de inactividad que al nivel de desempleo, lo que conlleva amplias consecuencias en materia de adopción de políticas.
Pese a que muchas medidas restrictivas en relación con el cierre de lugares de trabajo se aplican actualmente de forma más laxa, siguen existiendo amplias diferencias al respecto en función de la región de que se trate. El 94% de los trabajadores residen en países en los que se sigue aplicando algún tipo de restricción que afecta a los lugares de trabajo, y el 32% en países en los que se ha establecido el cierre de todos los lugares de trabajo, salvo los esenciales.
«Al tiempo que redoblamos esfuerzos para vencer al virus, debemos adoptar medidas a escala lo antes posible para paliar sus efectos en los planos económico, social y laboral. En particular, fomentar el empleo y la actividad empresarial y garantizar los ingresos», señaló Guy Ryder, Director General de la OIT.
«Habida cuenta de la celebración en Nueva York de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cabe subrayar la imperiosa necesidad de que la comunidad internacional formule una estrategia a escala mundial encaminada a facilitar la recuperación a través del diálogo, la cooperación y la solidaridad. Ningún grupo o país, ni ninguna región, podrá superar esta crisis por sus propios medios», concluyó el Sr. Ryder.