El Topil, EDUCA, Oaxaca/Angélica Castro Rodríguez
En los años noventas se construyó la presa derivadora Ricardo Flores Magón en el municipio de San José del Progreso de la costa oaxaqueña. Esta presa, que se cimentó en el cauce del Río Verde, tiene una cortina aproximada de 3 metros de altura y tiene la finalidad de dotar del sistema de riego a varias comunidades.
A pesar de que la presa es pequeña, ha repercutido en el caudal del Río Verde, ya que rompió con la cuenca hidrológica provocando secas e inundaciones en algunas comunidades. Algunos testimonios dicen que el caudal del río ha disminuido en época de verano por la evaporación adicional de aumento de la temperatura y por la acumulación de arena, tierra y piedras, causada por la presa, además de que río abajo se inundan las tierras de cultivo y pastizales; así también, ha disminuido la producción de peces y el caudal del río.
En 2008 integrantes de la comunidad del Charco Nduayoo, municipio de San José del Progreso, denunciaron en los medios de comunicación que “en temporada de lluvias la comunidad se inunda cada año a causa del gran volumen de agua que alcanza a verter la Presa Ricardo Flores Magón y en la época de secas el río vede se convierte en un arroyo porque los terratenientes se llevan el agua a sus cultivos.” Cuando las comunidades se enteraron de la posible construcción de otras presas en el río verde, con dimensiones mayores a la presa derivadora Flores Magón y ante la experiencia de sus impactos ambientales, decidieron crear una organización regional de municipios y comunidades de la costa oaxaqueña que tiene como objetivo principal la defensa del territorio y los recursos naturales, así como la resistencia comunitaria pacífica contra la ejecución del proyecto hidroeléctrico Paso de la Reina. Fue así como se conformó el Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde (COPUDEVER).
Es importante mencionar que en el Río Verde, uno de los más caudalosos del estado, se pretenden construir cuatro presas: Paso de la Reina, Ixtayutla, Derivadora y Paso Ancho. Según la CONAGUA, el proyecto Paso Ancho o proyecto Bicentenario de la Independencia servirá para abastecer de agua a la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados. El río donde se pretende construir la presa es conocido en los Valles Centrales y la Sierra Sur como Río Atoyac y en la costa como el Río Verde. En resumen la cuenca del río verde nace en los valles centrales, pasa por la sierra sur y termina en la costa oaxaqueña.
El COPUDEVER es una experiencia regional de resistencia frente a esta amenaza global de destrucción de la tierra y territorio por este tipo de proyectos. Esta amenaza global ha contribuido a que los pueblos de la costa de Oaxaca:
Revaloren y reivindiquen su territorio y tierra como parte de su identidad y cultura. Es por ello que las comunidades conviven con el Río Verde y su entorno, ven al río como parte de su historia y cultura. Para las comunidades, este río y su territorio son un espacio colectivo donde reproducen su vida cotidiana, su cultura, sus aprendizajes y saberes. En el entorno del río verde se entrelazan culturas y saberes de pueblos mixtecos, chatinos, mestizos y negros que comparten la identidad del río, sus bondades, su historia y sus paisajes.
Cuiden el Río Verde por la gran biodiversidad con la que cuenta la región, por el peligro de extinción que hay de algunas especies y por los impactos ambientales que habría si se construyen las 4 presas en el cauce del río verde. En la costa oaxaqueña hay fauna en riesgo en la selva alta y manglar (tapir, jaguar, la tortuga marina y manzanilla) y en Chacahua hay flora preservada (selva media).
También hay zonas de reserva decretadas para la conservación y protección de diversas especies de tortuga marina en la playa Escobilla, en la bahía y laguna de Chacahua. Las lagunas de Chacagua y Pastoría se encuentran dentro de las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (AICAS) al ser utilizadas por las aves migratorias como espacio de descanso y de reproducción.
Se organicen y convivan entre pueblos, compartiendo sus experiencias de luchas comunitarias contra cacicazgos locales como el caso de Santiago Ixtayutla y Tataltepec de Valdés. Estas dos luchas se caracterizaron por conseguir que todos los sectores de la población empezaran a participar en el nombramiento de sus autoridades municipales bajo sus sistemas normativos internos. Anteriormente en estos dos municipios las autoridades municipales eran impuestas por los caciques de la comunidad. Estos movimientos lograron conquistar y fortalecer espacios de participación ciudadana a nivel comunitario y municipal.
Reivindiquen su cultura desde los derechos de los pueblos indígenas al revalorar la colectividad, como una herramienta que practican las comunidades en su vida diaria y en su movimiento de resistencia.
Defiendan el territorio desde el derecho a la consulta, información, autodeterminación, cultura, medio ambiente sano, identidad, utilizando los tratados internacionales, leyes estatales y nacionales donde se reconocen estos derechos.
A casi cinco años del anuncio oficial de la existencia del proyecto hidroeléctrico de usos múltiples Paso de la Reina, las comunidades de la costa oaxaqueña han luchado día a día por defender su territorio y tierra mediante acciones muy concretas.
Una de las acciones de defensa, es la organización comunitaria y regional, similar al de las abejas, porque tiene un sistema organizativo colectivo donde cada integrante tiene funciones específicas en sus comunidades. Los y las consejeros/ as se organizan en comités y consejos que representan a las colonias de organización de las abejas donde cada individuo tiene una función definida.
Estos comités y consejos que fueron nombrados en asambleas comunitarias, forman la colmena del COPUDEVER que es la organización regional y el medio por el cual se organizan, planean y coordinan todas la actividades de defensa del territorio por parte de las y los consejeros/as mediante códigos y reglas ya establecidos por todos/as. Esta organización trabaja con el único fin de defender su tierra y territorio mediante una colmena bien organizada y con un correcto funcionamiento. Otra de las acciones de resistencia pacífica es el campamento que se colocó desde hace más de un año, que se encuentra ubicado en el paraje Zanate en la comunidad de Paso de la Reyna y tiene la finalidad de defender su territorio pacíficamente impidiendo que instituciones entren a la comunidad a realizar los estudios de impacto ambiental y socio-antropológicos. Algunas otras propuestas son las acciones culturales e identitarias expresadas de distintas maneras entorno al respeto y cuidado del río mediante expresiones artísticas culturales que se vivieron en el primer festival por la defensa del río verde.
Para finalizar, es importante decir que la defensa del territorio del COPUDEVER es una experiencia regional de resistencia pacífica, organizada informada, creativa, legal y participativa ante la amenaza de imposición de estas presas que contribuirían a la destrucción de la biodiversidad que existe en la región y que provocarían grandes impactos ambientales.