Greenpeace llama a acatar sentencia sobre contingencias ambientales en Zona Metropolitana

Ciudad de México, 26 de julio de 2109. La organización ambientalista Greenpeace informó que entre el 8 de julio – fecha en que el juez cuarto de distrito en materia administrativa ordenó decretar contingencia ambiental al rebasar los 100 imecas- y el  23 de julio, último del que se tienen datos del monitoreo de la calidad del aire, el 56 por ciento de los días se rebasaron los 100 imecas y las autoridades ambientales no decretaron contingencia.

A inicios de julio, un juez concedió a la organización un amparo temporal en el que ordena a las autoridades metropolitanas ajustar el actual Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas (PCAA) a las normas de salud ambiental para proteger la salud de las personas. Ello significa, entre otras medidas, que se declare contingencia ambiental cuando los niveles de ozono rebasen los 101 puntos Imeca y no los 150, como está establecido actualmente. Luis Miguel Cano, asesor legal de Greenpeace México, explicó que la suspensión cambia los límites establecidos por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) por las marcados en las Normas Oficiales Mexicanas, que son más estrictos a los que actualmente tiene el Programa de Contingencias Atmosféricas Ambientales (PCAA). Para no hacerlo, el juzgado abrió la opción a las autoridades de argumentar afectaciones a la población y la economía.

“Si bien el resolutivo del  juez señala que  podrán no decretar las contingencias, esto es  siempre y cuando se justifique caso por caso públicamente el por qué y se tomen medidas alternativas para garantizar la protección de la población y esto no está sucediendo, esto más la decisión de la CAMe de anteponer los intereses económicos de la Megalópolis nos habla de una grave displicencia de las autoridades por el cuidado de la salud de la población”, señaló el responsable de los temas de calidad del aire de Greenpeace México, Pablo Ramírez.

Las normas de salud ambiental tienen como objetivo establecer el límite máximo permisible de cada uno de los contaminantes en el aire para garantizar la salud de la población; estos límites se establecen con base en evidencia científica, toxicológica y epidemiológica.

“La diferencia entre decretar contingencia ambiental entre 101 y 150 imecas no son 49 puntos, son un compromiso o el desprecio a la salud de los grupos vulnerables, niños y niñas, adultos mayores, y personas con padecimientos respiratorias agudos y crónicos”, señaló Ramírez.

Considerando solamente 2 sectores poblacionales altamente vulnerables: niñas y niños y adultos mayores, con datos del censo de población 2010, la población afectada solo en CDMX es de 2, 941,186 que representan el 33.24% de la población total.

Es por ello que Greenpeace presentó un recurso apelando a la modificación que se realizó en la suspensión definitiva y que permite a la autoridad no actuar con respecto a los límites que establece la norma. Luis Miguel Cano, asesor legal de la organización ambientalista, informó que Greenpeace presentó una apelación por omisión en cuanto lo establecido por el juez, porque en la suspensión se aclara que la justificación tendrá que hacerse caso por caso, no una sola vez. Y por la no presentación de medidas alternativas.

En ese sentido, los otros estados integrantes de la CAMe, tienen que presentar un informe sobre la omisión en cuanto al establecimiento de protocolos de contingencia. Hasta el momento solamente Querétaro lo ha hecho, reconociendo la falta del mismo y asegurando que se realizará y lo harán con base en las normas de salud ambiental.No lo han hecho los otros 4 estados (Morelos, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo).

«Estamos ante una crisis ambiental por el grave deterioro de la calidad del aire de la Ciudad de México y la zona metropolitana que la rodea. Ante esta situación Greenpeace reitera que la única forma de “limpiar” el aire de la ciudad implica  una transformación urgente y de fondo del modelo de transporte en la ciudad -que actualmente privilegia el uso particular del automóvil-  hacia un modelo que ofrezca a las personas más opciones de movilidad no motorizada y del transporte público masivo y eficiente que les permita a los habitantes trasladarse de manera cómoda, rápida, segura y menos contaminante. En tanto eso sucede, no podemos seguir exponiendo irresponsablemente a los grupos vulnerables», advirtió la ONG.