Deportaciones bloqueadas: ley Arizona mutilada

Susan R. Bolton, la juez federal estadounidense, decidió el día de ayer bloquear parcialmente algunas de las disposiciones más polémicas de la ley antiinmigrante SB1070 de Arizona para evitar que las instituciones del gobierno federal pierdan su rol histórico en la regulación de la política migratoria y para impedir que los cuerpos policiales locales inicien una cacería de sospechosos de residir ilegalmente en ese estado.

En una resolución de 36 páginas, la juez Bolton decidió poner en suspenso la parte de la ley que obligaba a los inmigrantes a portar sus documentos en todo momento y que convertía en delito que los trabajadores indocumentados soliciten o en su caso tengan empleos. Esta es la respuesta directa a la demanda presentada por el Departamento de Justicia contra la ley Arizona; aún quedan seis demandas pendientes en contra de la legislación.

Desde la acera de enfrente, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, compareció ante los medios y aseguró: “Vamos a apelar y a defender la voluntad de la mayoría de la gente de Arizona. Porque en este estado vivimos una invasión de inmigrantes ilegales. Y lo único que queremos hacer (con la SB1070) es ayudar a las autoridades federales a combatir esta invasión”, concluyó.

De momento, los cuerpos policiales del estado no podrán actuar como una extensión de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) para detener y deportar a inmigrantes indocumentados. Ayer mismo, cientos de organizaciones tomaron por asalto al estado de Arizona para efectuar las jornadas de protesta y más tarde festejos, cuando se hizo público el pronunciamiento de la juez Bolton.

Angélica Salas, de la Coalición en Defensa de los Derechos Humanos de Los Ángeles (CHIRLA) aseguró que “Nos encontramos ante una victoria muy importante pero aún preliminar. Y la batalla tiene que continuar hasta que consigamos abolir totalmente esta legislación antiinmigrante”, en referencia a la batalla judicial que podría llegar hasta la Suprema Corte.

Desde primera hora de ayer, las caravanas de autobuses partían desde distintos puntos de California, Illinois, Texas, Nuevo México o Utah. Y, desde antes de que despuntara el sol, cientos de personas se arremolinaban frente al edificio del Capitolio, donde varias organizaciones han cumplido más de 102 días de vigilia con la esperanza de frenar la totalidad de la ley antiinmigrante SB 1070.